El expresident Artur Mas reclamó ayer a los votantes del proceso participativo del 9-N (2,3 millones) "un poco de generosidad" para hacer frente a la segunda parte de la fianza cuyo pago le reclama a él y a otros ex altos cargos el Tribunal de Cuentas por el gasto de dinero público empleado en aquella pseudoconsulta.

En la cadena catalana 8TV, Mas se quejó de que apenas les queda una semana para cubrir la totalidad de la caución, de 5,2 millones.

Con cargo a los fondos de la "caja de resistencia" de las entidades soberanistas, Òmnium Cultural y Asamblea Nacional Catalana (ANC), Mas, la exvicepresidenta Joana Ortega, la exconsejera Irene Rigau y el exportavoz Francesc Homs ya abonaron 2,4 millones, por lo que les quedan por pagar 2,8 millones.

Así las cosas, el expresident invitó de nuevo a organizar una colecta ciudadana para evitar que pierda sus propiedades. "Es mucho dinero. Estamos viendo cómo lo hacemos. Algunos de nosotros ya tenemos los pisos tasados y valorados, y si no hay más remedio los tendremos que poner allí como fianza, y aun así no llegaremos".

La ANC asumió ayer el pago de los 150.000 euros de fianza exigidos por el juez Llarena a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, para no pasar más noches en la cárcel. Y piensa hacer lo mismo con los 25.000 que pide a cada uno de los otros miembros de la Mesa para los que el magistrado dictó prisión eludible bajo fianza: Lluís Corominas, Lluís Guinó, Anna Simó y Ramona Barrufet.

Por otra parte, los diputados de la CUP Anna Gabriel y Benet Salellas visitaron ayer en Bruselas al expresident Carles Puigdemont para trasladarle el apoyo de la formación.

La CUP decide mañana en asamblea si se presenta a las elecciones del 21-D. El PDeCAT, ERC y la CUP no alcanzaron un pacto para concurrir en una sola lista, aunque ahora se abre la puerta a crear una "lista de país" a través de una agrupación de electores.