Cataluña irrumpe con fuerza como una de las principales preocupaciones de los españoles, según detecta el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de octubre pasado. En apenas un mes, la inquietud por el proceso secesionista se multiplicó por cuatro en la relación de problemas citados por quienes responden a la encuesta, realizada en los días posteriores a la consulta ilegal del primero de octubre. Si en septiembre, cuando el sondeo mensual del CIS comenzaba a detectar que se intensificaba la consideración de Cataluña como problema, la preocupación por el soberanismo había subido del 2 al 7,8, el barómetro más reciente, difundido ayer, eleva a un 29 por ciento el porcentaje de los encuestados que lo cita entre las primeras dificultades del país. En el conjunto de la encuesta queda como segundo problema, por detrás del paro, que figura como principal inquietud, con un 66,2 por ciento de menciones y una tendencia descendente, que guardaría relación con la lenta recuperación del empleo.

El barómetro de octubre incluye un sondeo sobre intención de voto, cuyo movimiento más significativo es el ascenso de tres puntos de Ciudadanos, paralelo a la caída de casi dos puntos de Podemos. Con ello, ambas formaciones quedan a un punto de diferencia, un sensible acortamiento de distancias si se considera que en julio la distancia entre ambos era de casi seis puntos. Sobre la procedencia de una parte de los apoyos que permiten la subida de la formación de Albert Rivera en intención de voto, un 10,4 serían antiguos votantes del PP, un 4,2 por ciento procedería de Unidos Podemos y un 2,7 por ciento del PSOE.

PP y PSOE sufren ligeros descensos en intención de voto, de pocas décimas y muy por debajo del margen de error de la muestra. Los populares se congratularon ayer de la estabilidad de sus respaldos mientras que para los socialistas el barómetro del CIS refleja la consolidación del ascenso de julio, poco después de que Pedro Sánchez recuperara el liderazgo del partido.

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El sondeo de octubre, al que respondieron 2.487 personas, refleja la estabilidad del mapa político catalán pese a las convulsas circunstancias por las que atraviesa. Los partidos catalanes apenas acusan variaciones en sus apoyos electorales, aunque todos pierden algunas décimas. ERC pasa de un 2,9 a un 2,7 por ciento, el PDeCAT también pierde una décima hasta el 1,6, mientras que la confluencia catalana de Podemos (En Comú Podem) cae dos décimas hasta el 3,5.

En Marea araña una décima en estimación de voto hasta el 1,3 por ciento y su portavoz en el Congreso, Yolanda Díaz, es la quinta líder mejor valorada, con una nota de 3,81 sobre diez.

El líder más valorado de los cuatro grandes partidos es el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, con una nota de 3,75, seguido del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con un 3,61. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene una nota de 3,02, pero se coloca en mejor posición que Sánchez al medir la confianza, escasa en ambos casos. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría es el miembro del Ejecutivo más valorado, con un 3,69 sobre diez, mientras que el ministro de Industria, Álvaro Nadal, desbanca como el peor valorado al titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, con 2,42 puntos.

El 76,9 por ciento de los encuestados considera que la situación política es mala o muy mala y un 61,4 por ciento teme que dentro de un año sea igual o peor.