El destituido presidente de la Generalitat Carles Puigdemont y los exconsellers Toni Comín, Lluís Puig, Clara Ponsatí y Meritxell Serret, que se encuentran en Bélgica, quedaron en libertad con medidas cautelares, informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Se supo ayer poco antes de medianoche, mientras aguardaban ante Fiscalía periodistas y una decena de catalanes residentes en Bruselas, que han gritado 'No esteu sols' ('No estáis solos) portando banderas catalanas y 'esteladas'.

Los cinco habían declarado durante unas cinco horas, después de haber sido arrestados a primera hora del domingo al entregarse a la Policía Federal belga.

Puigdemont y los exconsejeros Antoni Comín (Salud), Clara Ponsatí (Enseñanza), Lluís Puig (Cultura) y Meritxell Serret (Agricultura) optaron por entregarse en la sede de la Policía en Bruselas a las 09.17 horas, hora temprana que les evitó ser captados por los medios. Tras declarar por la tarde ante el juez quedaron en libertad hasta que este resuelva sobre la petición de captura española.

Tras entregarse, los cinco políticos fueron detenidos y puestos a disposición judicial, según explicó en una comparecencia el portavoz de la Fiscalía de Bruselas y magistrado, Gilles Dejemeppe. Puigdemont y sus exconsejeros rechazaron su extradición a España, pedida por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela por rebelión, sedición y malversación.

"Hemos tenido contactos regulares con los abogados de las cinco personas y se acordó una cita por la mañana (de ayer) en la comisaría de la Policía federal en la calle Royal. Han llegado los cinco, acompañados por sus abogados y se les ha notificado que eran privados de libertad y la orden europea", explicó Dejemeppe.

Desde la comisaría, próxima al Palacio de Justicia, los cinco detenidos fueron llevados a la cercana sede de la Fiscalía en un furgón policial, según indicó el portavoz del Ministerio Público, quien dijo desconocer si iban esposados.

A primera hora de la tarde, los detenidos comenzaron a declarar ante un juez de instrucción flamenco. Los cinco, que hablan francés pero no holandés, optaron por que el procedimiento se lleve en esta lengua, lo que obligó a utilizar un traductor francés-holandés. Esta decisión ha estado motivada sin duda por la afinidad entre independentistas catalanes y secesionistas flamencos. En adelante, los documentos de la instrucción se redactarán únicamente en neerlandés y las vistas y declaraciones de un proceso que puede dilatarse hasta sesenta días, se harán en esa lengua como idioma principal.

Las declaraciones se prolongaron durante cinco horas y el juez decretó la puesta en libertad hasta resolver sobre la euroorden poco antes de la medianoche.

"Demasiado lejos"

La presencia de Puigdemont y los cuatro exconsejeros ante el juez ha provocado un rifirrafe que puede acabar generando, cuando menos, un episodio de tensión diplomática así como abrir una crisis en el Ejecutivo belga. De hecho, la prensa local aseguraba ayer que la estancia de los independentistas en Bruselas se ha convertido en una "bomba de relojería" para el Ejecutivo de Bruselas.

El viceprimer ministro belga y responsable de Interior, el nacionalista flamenco Jan Jambon, acusó al Gobierno español de haber ido "demasiado lejos" y pidió la intervención de la UE. Jambon consideró que, en la crisis catalana, España ha antepuesto sus leyes nacionales a la convención de Derechos Humanos y otras leyes "que están por encima" de la española. "Cuando la Policía golpea a personas, cabe preguntarse cosas. Cuando el Estado español encierra a dos líderes de opinión, me hago preguntas. Y ahora el Gobierno español reemplaza a un gobierno democráticamente elegido, cuyos miembros están encarcelados. ¿Qué han hecho mal? Simplemente aplican el mandato que recibieron de sus electores. Así que me hago preguntas", dijo el viceprimer ministro.

"Esto sucede en un estado europeo y noto que hay silencio por todas partes. Me pregunto a qué está esperando Europa", declaró a la televisión flamenca VTM.

La intervención de Jambon fue replicada por el eurodiputado del PP, y vicepresidente del PPE, Esteban González-Pons, quien le instó a "respetar y confiar en la Justicia española".