Todas las fuerzas políticas catalanas, soberanistas o constitucionalistas, celebraron ayer actos para afinar sus posturas ante las elecciones autonómicas del 21-D. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, abogó por estrechar lazos con la izquierda y el centro para propiciar "un cambio de rumbo", porque, dijo, la última legislatura "ha sido un desastre total y absoluto", cuyo balance ha sido "una sociedad dividida, una economía debilitada y un país aislado".

"Quiero tender la mano a la izquierda y al centro, a autonomistas y a federalistas. Quiero un gran acuerdo que implique una gran victoria para Cataluña", proclamó Iceta en un acto de debate sobre los ejes del programa electoral del PSC para el 21-D. Iceta defendió que su formación se erija como "alternativa a la dicotomía estéril entre la independencia y el inmovilismo".

El líder socialista catalán propugnó "amplias mayorías para el acuerdo y el cambio" y para un "pacto de Estado" que conlleve más autogobierno, una mejor financiación para la autonomía, una España federal "en la que una Cataluña, querida y respetada, se sienta cómoda" y un "mecanismo" para que los catalanes acepten o no esta propuesta.

También lamentó Iceta que "sin diálogo y sin propuesta política para resolver el problema que tenemos entre manos, se han resignado unos y otros a que la única respuesta del Estado sea la del Poder Judicial".

El primer secretario del PSC incidió en la componente intracatalana de la actual crisis, porque, explicó, si bien es verdad que siempre ha habido un problema entre Cataluña y el resto de España, el principal problema está ahora mismo dentro de Cataluña, donde no hay una mayoría lo bastante amplia para tomar decisiones profundas: "Si para reformar el Estatut son necesarios 90 diputados, para liquidarlo no hay suficiente con 72", sentenció.

El presidente de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, llamó por su parte a acudir a votar a las urnas para "recuperar la libertad" para acabar con las "líneas divisorias" trazadas por el "separatismo" en Cataluña. Añadió Rivera que ni el golpe del 23-F ni el terrorismo de ETA lograron "quebrar" la Constitución, por lo que tampoco Junqueras y Puigdemont lo lograrán.

"Hemos roto el silencio, hemos roto el miedo, hemos salido a la calle con nuestras banderas españolas, europeas, catalanas y nunca más las vamos a esconder", dijo el líder de Ciudadanos, quien aseguró que "las calles" también son de las personas contrarias a la independencia. Por su parte, la portavoz de Cs en el Parlament, Inés Arrimadas, instó a desmantelar la "fábrica de hacer mentiras" del nacionalismo para que vuelvan las empresas y acabar con el "bochorno internacional" de Cataluña.