El exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña Oriol Junqueras ha manifestado este miércoles su confianza en que la "República catalana" se consolidará "tarde o temprano".

"El valor que este país ha demostrado es tan esclarecedor y tan fuerte que, tarde o temprano, dará como resultado la consolidación de una República de Cataluña plena, verdaderamente justa y democrática", ha vaticinado en un artículo publicado en 'The New York Times' recogido por Europa Press.

Junqueras ha defendido que la proclamación de la República catalana de la semana pasada está "legitimada" por el resultado del 1-O, y ha sostenido que el independentismo no puede renunciar a las elecciones del 21 de diciembre "como un medio para validar" y consolidar la República.

Ha reivindicado la necesidad de "tejer alianzas sólidas con todos los actores sociales y económicos que quieren construir un estado nacional verdaderamente al servicio de sus ciudadanos", que debe haber una estrategia para establecer un nuevo marco de libertades, y ha reiterado que en los próximos días tomarán decisiones que, a su juicio, no siempre serán fáciles de entender.

Artículo 155

Junqueras ha alertado de que la aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno central es una "usurpación de las instituciones" y ha llamado a responder de manera cívica y pacífica.

También ha asegurado que el Gobierno pretende anular el autogobierno y limitar los derechos y libertades, pero que en Cataluña "hay una clara disociación entre la voluntad democrática de los ciudadanos y el Gobierno central, que se ha propuesto tomar las instituciones populares y controlarlas despóticamente".

Asimismo, ha reconocido que "en una batalla por la autodeterminación y el reconocimiento de los derechos, uno no gana con el primer golpe, especialmente contra un Estado tan dispuesto a que su maquinaria golpee a millones de ciudadanos solo porque quieren votar".

Pese a que han sido cesados por el Gobierno, ha defendido que el presidente de la Generalitat cesado, Carles PuigdemontCarles Puigdemon, y a la presidenta del Parlament en funciones, Carme Forcadell, continúan manteniendo sus cargos hasta que los ciudadanos decidan lo contrario.