La frustrada convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña se saldó ayer con cuatro bajas de militancia en el PDeCAT y dos renuncias al acta de diputado. Para cuando el president Puigdemont decidió anunciar que se lo había pensado mejor y que no veía "garantías" suficientes para llamar a las urnas, la polvareda que se había levantado en su partido era ya un auténtico vendaval Dos de las bajas corresponden a los diputados en el Parlament Jordi Cuminal y Albert Batalla, que expresaron su tajante rechazo a la decisión de convocar comicios y renunciar a la DUI.

Batalla, alcalde de La Seu d'Urgell (Lleida), escribió en Twitter: "Respeto la decisión, pero no la comparto para nada. Hoy mismo renuncio como diputado y me doy de baja del PDeCAT". Cuminal anunció lo mismo: "No comparto la decisión de ir a elecciones. Renuncio a mi acta de diputado y me doy de baja del PDeCAT". También criticaron abiertamente la decisión, que Puigdemont rectificó horas después, el alcalde de Igualada (Barcelona) y miembro de la dirección del PDeCAT, Marc Castells, y el alcalde de Molins de Rei (Barcelona) y diputado del partido, Joan Ramon Casals.