El Senado ofrecerá a Puigdemont que comparezca mañana a las cinco de la tarde ante la comisión encargada de dictaminar sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución o, alternativamente, que lo haga ante el pleno de la Cámara Alta el viernes por la mañana, en la sesión en que deberán aprobarse las medidas del Gobierno. En ese contexto, el presidente catalán confrontaría su posición con alguien del Ejecutivo, que podría ser el propio Mariano Rajoy, según el PP.

La posible comparecencia de Puigdemont, la que puede ser su estreno y despedida ante el Senado, provoca una problema de encaje de horas. El presidente catalán está invitado a defender en persona ante la comisión de la Cámara Alta sus alegaciones contra la intervención de la Generalitat mañana a la cinco de la tarde. La duración del pleno que celebrará también mañana el Parlament, que comenzará a las diez, podría dificultar que Puigdemont, de tener intención, compareciera a la cita. Por ello ayer la Cámara Alta formalizó la propuesta de que vaya al pleno el viernes

El PDeCAT pidió flexibilidad para permitir incluso que Puigdemont acudiera hoy mismo a la comisión del 155, petición que apoyaron el resto de los grupos, incluido el PSOE, pero que el PP rechazó en solitario gracias a su mayoría absoluta.

Juego parlamentario

La presencia de Puigdemont en el Senado "tendría un valor más allá, porque de alguna manera el presidente de la Generalitat se somete al sistema, que es participar en el juego parlamentario, lo que lleva consigo aceptar el resultado final", afirmó ayer el vicepresidente de la Cámara, Pedro Sanz.

La Generalitat de Cataluña prepara una batería de recursos ante el Tribunal Constitucional y el Supremo para frenar la "amenaza" del artículo 155 de la Constitución, según anticipó el portavoz del Govern, Jordi Turull, quien puso en duda la intención del PP de facilitar que Carles Puigdemont vaya al Senado