El líder del PSC, Miquel Iceta, descarta que en el PSC pueda producirse una ruptura ni que existan discrepancias con el PSOE sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución, una intervención que "ningún socialista quiere". El secretario general de los socialistas catalanes exige diálogo al presidente Puigdemont o que convoque elecciones de inmediato.

Tras la reunión ayer de la ejecutiva del PSC y después de la dimisión de la alcaldesa Núria Parlon de la ejecutiva del PSOE por su rechazo al 155, oposición a la que se unieron diversos alcaldes o el exlíder del PSC Raimon Obiols, Iceta se mostró ayer contundente. "No habrá una ruptura del PSC, porque estamos unidos en las ideas básicas de que no queremos que las instituciones catalanas sigan en la ilegalidad, ni que una minoría se imponga a una mayoría, ni que el proceso independentista arrase con todo", afirma.

A juicio del líder de los socialistas catalanes, "tanto en el PSC como en el PSOE hay ganas de diálogo y de acuerdo, así como de evitar el peor de los escenarios. Y nos movemos todos en esa dirección, no hay discrepancias". Reconoce, sin embargo, que hay en el PSC quienes rechazan la aplicación del artículo 155 de la Constitución y asegura que tratará de evitar que se apruebe en el Senado. Iceta "aprecia mucho" esas voces críticas internas que "no hacen sino estimular" su trabajo para evitar que se apliquen las medidas del Gobierno, sin aclarar qué hará su partido si finalmente se llevan al pleno del Senado. "¿Qué hará el PSC? El PSC ya lo dirá cuando toque. Estamos comprometidos hasta el viernes en el intento de evitar esto. Mi trabajo es evitar el desastre, aquí y en Madrid". "Ningún socialista quiere la aplicación del 155", añade.

Iceta, que en los últimos días habló con Rajoy y con Puigdemont, atribuye al presidente de la Generalitat la responsabilidad de que Cataluña se encuentre en la situación actual y considera que está en sus manos evitar el "desastre". Para ello tiene dos opciones: la convocatoria "inmediata" de elecciones "en base a la legalidad vigente", o bien acudir al Senado para "ofrecer y pedir diálogo".