Mariano Rajoy se convirtió ayer en el primer presidente del Gobierno de España que asiste a una ceremonia de los premios Princesa de Asturias en 35 años, después de que Leopoldo Calvo Sotelo acudiera en 1981. El presidente llegó al patio del hotel de la Reconquista escasos minutos después de las cinco de la tarde, tras aterrizar en el Principado procedente de una cumbre europea en Bruselas. Compartió vuelo en el Airbus de las Fuerzas Aéreas españolas con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker.

Rajoy fue recibido a la puerta del hotel de la Reconquista por el presidente de la fundación Princesa de Asturias, Matías Rodríguez Inciarte, y por Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación, con el sonido ambiente del tímido aplauso de la gente que aguardaba al otro lado del cordón policial de seguridad en la calle.

Rajoy se detuvo unos instantes en el hall del hotel para comentar que veía "lógico" el apoyo recibido en Bruselas de los líderes de la UE porque "se trata de defender los valores europeos, la ley y el Estado de Derecho". El presidente mudó por unos instantes el gesto serio para confesar que estaba "muy contento" de asistir a una ceremonia en la que iba a premiar a la UE y confesó, otra vez, en referencia a los distintos líderes europeos con los que compartió la cumbre de Bruselas, que "se han portado muy bien", si bien matizó que la crisis catalana "no es un asunto que tenga por qué debatirse en las cumbres europeas". Además del presidente del Ejecutivo, la 36 edición de los premios contó con la presencia de tres miembros de su Consejo de Ministros, los titulares de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina; Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis; y del portavoz y titular de Educación, Íñigo Méndez de Vigo. Entre los invitados, también estaba la presidenta del Congreso, Ana Pastor. Rajoy accedió al patio de butacas en compañía del presidente del Principado, Javier Fernández.