El expresidente catalán Artur Mas, que hace una semana reconoció a "Financial Times" que Cataluña no está preparada aún para "la independencia real", consideró ayer, además, que la secesión no "es la única manera de proclamar la república". Mas puso el acento en el reconocimiento "de fuera, que es esencial", y en la necesidad, "en algún momento", de convocar elecciones anticipadas, que él propone que sean "constituyentes".

En declaraciones a la televisión pública catalana TV3, Mas restó importancia a las presiones que su sucesor al frente de la Generalitat, Carles Puigdemont, está recibiendo para que declare la independencia antes de que el Gobierno central aplique el artículo 155 de la Constitución. "No presiden el Gobierno de Cataluña", les recordó.

La CUP, de quien depende la estabilidad del Govern en el Parlament, ha enviado una carta a Puigdemont para que deje a un lado los "subterfugios" y exigirle "la proclamación de la república", argumentando que no ven otra forma de conseguir que Cataluña sea "sujeto político" cuando se abra una hipotética fase de mediación con "actores internacionales". Precisamente la razón aducida por Puigdemont el pasado martes para "suspender los efectos" de una declaración de independencia que, como tal, no se produjo, dado que sólo el Parlament puede realizar la proclamación y ninguna votación se llevó a cabo en la Cámara ese día.

La CUP ha advertido que sus diez diputados no participarán en la actividad ordinaria del Parlament hasta que Puigdemont lleve al hemiciclo la declaración unilateral de independencia (DUI) que los 72 representantes de la mayoría soberanista firmaron el martes en el auditorio de la Cámara.

También le han exigido por carta la declaración unilateral de independencia la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y la expresidenta del Parlament Núria de Gispert. La entidad soberanista, al juzgar que "ya no tiene sentido mantener suspendida" la DUI, habida cuenta de "la negativa" del Gobierno de Rajoy a dialogar con el Govern.

Así las cosas, Mas salió a quitar hierro a las "presiones" sobre Puigdemont. Presiones a las que por ahora no se ha sumado ERC, el socio del PDeCAT, el partido de Mas y Puigdemont, en la coalición Junts pel Sí (JxS). Su portavoz en el Parlament, Sergi Sabriá, dijo que la independencia está "clarísimamente declarada" desde el 1-O, aunque la voluntad ahora "no es aplicarla directamente", sino abrir un "tiempo para el diálogo" que "es lógico que tenga un límite".

Mas se dirigió entre líneas a la ANC y a la CUP -el partido que le impidió seguir siendo president tras las elecciones de 2015- y razonó: "hacer presión es relativamente fácil", pero "cada uno hace su papel aquí", de manera que "a las personas que deciden hay que dejarles un margen de maniobra". Y aventuró el camino: "Forzar, con aliados externos también, que haya como mínimo una pacificación en la relación entre Cataluña y el Estado español y, acto seguido, el inicio de un diálogo y una negociación".

Sin embargo, advirtió que si el Gobierno de Rajoy "pretende una rendición humillante y vergonzante, no la tendrá".