El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, cargó ayer contra el "engaño continuado y chapucero" que, a su juicio, ratificó en la pasada jornada su homólogo catalán, Carles Puigdemont, y avaló que el jefe del Ejecutivo estatal, Mariano Rajoy, "hable claro" y requiera "claridad" antes de "medir" las acciones que habría que adoptar en el marco del artículo 155 de la Constitución.

"Los gobiernos necesitan certezas", ha proclamado Feijóo, en una rueda de prensa en la que ha criticado las "chapuzas" de los responsables de la Generalitat. "Todos estamos perplejos, porque es difícil hacer más chapuzas" por parte de un Gobierno "usando y engañando a su pueblo y al conjunto de los españoles".

A juicio del presidente gallego, "el engaño continúa" y los dirigentes de la Generalitat no solo han "dividido" a los ciudadanos de Cataluña sino también "a los independentistas entre sí". "Cada día asumen más responsabilidad de la que tienen que dar cuenta", ha advertido, convencido de que "el objetivo final no es una nación", sino "un negocio para perpetuarse en el poder".

Feijóo ha incidido en que la ley de desconexión fue "una chapuza" como también fue "chapucero" el referéndum independentista del 1 de octubre y la declaración formalizada en la pasada jornada.

Por su parte, el portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, criticó el pacto del PP y el PSOE para reformar la Constitución el año próximo y ha concluido que los socialistas "escogen mal a sus compañeros de viaje" en esta tarea.

"¿Qué reforma cabe esperar de un partido que lleva todos estos años sin cumplir con los mandatos sociales de la Constitución vigente o que se saltó a la torera la separación de poderes poniendo y quitando jueces cuando le resultaban incómodos?", ha planteado, sin obviar la "corrupción" en la que "vive instalado" este partido.

Villares valoró "positivamente la oferta de diálogo lanzada" el martes por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, cuando anunció la suspensión de la declaración de independencia durante unas semanas para buscar la mediación. Según Villares, "toda la sociedad está de acuerdo en que este es un conflicto político" y, por tanto, "quiere una solución dialogada y una solución política".

El BNG lamentó que el presidente del Gobierno dé "un portazo" al diálogo con su "inmovilismo, prepotencia y autoritarismo" y vaticinó que la aplicación del artículo 155 de la Constitución supondrá otra "escalada de represión".

En un comunicado, la Ejecutiva del Bloque considera que el Gobierno catalán hizo el martes "un llamamiento expreso al diálogo" y "obró en consecuencia para poder facilitarlo".

Sin embargo Rajoy, "siguiendo la pauta ya adelantada por Felipe VI", "amenaza" con la intervención de la autonomía de Cataluña a través del artículo 155 de la Constitución, apuntan los nacionalistas.