El largo proceso de congresos regionales del PSOE ha permitido al líder socialista, Pedro Sánchez, situar a candidatos afines en seis federaciones que antes escapaban a su control: Asturias, Canarias, Cantabria, Madrid, La Rioja y Murcia. Con anterioridad, Sánchez ya contaba con la afinidad de Galicia, Extremadura, Castilla y León, Baleares, Navarra y País Vasco, además del PSC de Miquel Iceta. Sin embargo, hay cuatro federaciones -Andalucía, Valencia, Castilla-La Mancha y Aragón- que se le resisten. Los candidatos sanchistas perdieron en la Comunidad Valenciana y en Aragón, donde, sin embargo, el líder regional, Javier Lambán, ha suavizado sus posiciones. En Andalucía, los sanchistas no consiguieron presentar una alternativa a su rival en las primarias, Susana Díaz. En Castilla-La Mancha, desistieron ante la fortaleza del líder regional, Emiliano García-Page.

En Asturias, la victoria del sanchista Adrián Barbón ha traído un periodo de bicefalia con el presidente del Principado, Javier Fernández, que dirigió la gestora tras el descabalgamiento de Sánchez del liderazgo en 2016.

La más relevante de las victorias sanchistas ha sido la de José Manuel Franco en Madrid, la tercera federación más numerosa. Ahora, Ferraz tendrá las manos libres para elegir al candidato a la alcaldía de Madrid, ya que Franco no aspira a esa plaza.