El presidente catalán, Carles Puigdemont, comparecerá ante el Parlament el próximo martes, a partir de las 18.00 horas. Será a petición propia y para hablar de "la situación política actual". Es decir, sin que medie alusión ninguna al 1-O ni a la valoración de sus resultados y efectos.

Con este propósito, la Mesa formalizó el jueves la convocatoria de un pleno para el lunes, día 9, en el que Puigdemont se había comprometido a comparecer, pero el Tribunal Constitucional (TC) lo suspendió a las pocas horas al admitir un recurso de amparo del PSC. Según la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, las notificaciones a los diputados para esa sesión no llegaron a enviarse.

El formato elegido para el pleno del martes -en el que sólo está previsto que Puigdemont se dirija a la Cámara sin límite de tiempo y que, después, los portavoces de los grupos le contesten- no impide, sin embargo, que el orden del día pueda ser modificado. Bien porque lo pide el president, bien porque dos grupos lo pidan. Y hay, además, una petición de comparecencia de Puigdemont cursada por Catalunya Sí Que Es Pot que probablemente se materialice en esa misma sesión. La intención del Grupo es "rebajar" la tensión política debatiendo en el Parlament, no abrir la puerta a la declaración unilateral.

El portavoz parlamentario de Catalunya Sí Que Es Pot, Joan Coscubiela, ha considerado que la comparecencia del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, es una "oportunidad" para el diálogo, y ha avisado de que ésta no puede servir para "legitimar" una declaración unilateral de independencia. Coscubiela, sin embargo, no descarta que el Govern aproveche el pleno para "presentar otra iniciativa en términos de declaración unilateral de independencia",

"Si eso ocurre tendremos oportunidad de expresar lo que hemos dicho siempre: sí a un referéndum pactado, no a la declaración de independencia y rechazo a la aplicación del artículo 155", ha aclarado.

En cualquier caso, el diputado de la CUP Carles Riera advirtió que su Grupo no piensa permitir que Junts pel Sí (JxS) intente aprobar una declaración de independencia en diferido. Y añadió que confía en que el grupo soberanista se mantenga "fiel" al plan establecido en la ley del referéndum: declarar la secesión a las 48 horas de hacerse públicos los resultados definitivos de la consulta, algo que ocurrió ayer.

Riera dejó muy claro que la CUP no aceptará "escenarios dilatorios", atribuyó el artículo del consejero Santi Vila a una mera "opinión personal" y llamó al Govern y a JxS a dar el siguiente paso previsto en la hoja de ruta independentista.

Por su parte, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, juzgó ayer esencial que Puigdemont no dé "pasos irreversibles en la mala dirección" y que renuncie a la declaración unilateral de independencia. Solo después de esa renuncia, considera posible que arranque el diálogo, aunque, como dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la víspera, aquél debe comenzar en el propio Parlamento de Cataluña.