La Guardia Urbana de Barcelona ha organizado un dispositivo de custodia de las urnas pertenecientes al Estado para convocatorias electorales, y que guarda el ayuntamiento en un almacén municipal, para evitar que puedan ser utilizadas en el referéndum convocado por el Govern el 1-O, suspendido por el TC.

El operativo de la Guardia Urbana obedece a la orden dada por la Fiscalía Superior de Cataluña a las policías locales de Cataluña para que tomen las "medidas oportunas" con el fin de impedir que el material electoral perteneciente al Estado, como urnas, pueda ser empleado durante el 1-O.

En el caso del Ayuntamiento de Barcelona, estas urnas se guardan en una nave de la calle Perú, donde se han dirigido los agentes municipales para las labores de custodia.

Este dispostivo se mantendrá hasta que se pueda garantizar que el material electoral no será utilizado durante el 1-O, según han indicado a Efe fuentes policiales.

Colau recurre a la Comisión Europea

Mientras, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha enviado una carta a 27 alcaldes donde expone su preocupación por la situación de Cataluña y les avanza que pedirá a la Comisión Europea que abra un espacio de mediación en el que participen el Estado y el Govern con el fin de buscar una "salida negociada".

En la misiva, con fecha de 27 de septiembre, la alcaldesa también pide a sus homólogos que, en la medida de lo posible, trasladen esta voluntad de diálogo a todas las instancias que crean convenientes.

Colau, que deja claro que no es independentista y no está de acuerdo con la vía unilateral seguida por el Govern, evidencia su alarma por la "respuesta represiva" que ha emprendido el Gobierno central para impedir el referéndum de este domingo 1 de octubre.

A su juicio, esto supone "un salto cualitativo" en la judicialización del conflicto catalán y, además, deplora que su aplicación está suponiendo un aumento de la tensión social, bloqueando una salida dialogada.

En la carta, la alcaldesa enumera lo que califica de "hechos graves": amenazas de detención a 700 alcaldes, el cierre de webs gubernamentales y de entidades de la sociedad civil, la detención de altos cargos, interrogatorios e intimidaciones a directores de escuelas, así como el envío masivo de fuerzas de intervención policial a Cataluña, según ha dicho.

"Ninguna de estas medidas contribuirá a solucionar el conflicto catalán, un conflicto político que solo puede ser resuelto por vías políticas", afirma Colau, que asegura que la cuestión catalana no es ya un asunto interno español, sino que debe abordarse en su dimensión europea.

Sostiene que Europa no puede desentenderse de una "amenaza" a los derechos y amenazas fundamentales y apela a la protección y defensa, razón de ser del proyecto europeo.

Recuerda que la gran mayoría de la población quiere votar en un referéndum acordado y con garantías y que no desea un choque de trenes de consecuencias imprevistas.

La carta ha sido enviada a los alcaldes de estas ciudades: Viena, Bruselas, Sofía, Zagreb, Nicosia, Praga, Copenhague, Tallin, París, Londres, Helsinki, Berlín, Vilna, Dublín, Atenas, Budapest, Roma, Riga, Luxemburgo, Valleta, Ámsterdam, Varsovia, Lisboa, Bucarest, Bratislava, Lubliana y Estocolmo.

En paralelo, en un artículo publicado este jueves en el 'The Guardian', Colau reclama este papel de mediador a la Comisión Europea y repasa los hechos que han llevado a la actual situación, criticando que el Gobierno de Mariano Rajoy ha optado, desde 2014, por delegar en la justicia la solución a un tema político.

Constata que Europa es una realidad interconectada de Estados, sociedades y ciudadanos y afirma que, ante la amenaza del terrorismo y populismos xenófobos, Europa no puede permitirse adoptar una posición pasiva en relación a la cuestión catalana.