La crisis catalana copó ayer otra vez la sesión de control al Gobierno en el Congreso y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, aprovechó para pedir el respaldo de los partidos "constitucionalistas", Ciudadanos y el PSOE, más allá del 1 de octubre, "frente a declaraciones unilaterales".

Fue después de que el líder de C's, Albert Rivera, abogara por dejar a un lado las "discrepancias" en otras cuestiones y trasladara al Ejecutivo y a los jueces el "apoyo sin fisuras" de su partido ante la situación en Cataluña. "Le pido serenidad y proporcionalidad, pero también firmeza para defender la democracia", señaló.

Y la vicepresidenta, que retó a los soberanistas a llevar al Congreso una reforma constitucional, respondió a Rivera: "Los que hemos defendido siempre el diálogo dentro de la ley creo que debemos seguir unidos en adelante, unidos frente a declaraciones unilaterales", en lo que pareció un mensaje más para Pedro Sánchez que para Rivera.

En el plano internacional, el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, celebró la postura del presidente de EE UU, Donald Trump, sobre el desafío catalán, que cree que ha sido "contundente" y "plenamente satisfactoria". Y aunque asumió que puede conllevar algún riesgo por la baja popularidad del magnate en España, cree que "peor hubiera sido" la ausencia de respaldo.