El líder del PSOE, Pedro Sánchez, advirtió ayer a Podemos y a los "comunes" de Ada Colau que su postura sobre el 1-O puede terminar proporcionado una "coartada perfecta al independentismo". "Que tengan mucho cuidado", les dijo.

Ante sus diputados y senadores, Sánchez se negó a incluir a su partido en ningún bloque; ni en el "constitucionalista", del PP y C's, ni en el que lidera Podemos con su asamblea de electos, que entiende la consulta como una movilización legítima y condena la "represión" del Gobierno contra los secesionistas.

El grupo de Unidos Podemos le respondió que en la situación actual no caben "medias tintas" y que el PSOE debe elegir claramente si está con el "bloque del diálogo y la democracia" o con el del "autoritarismo antidemocrático" y la "lógica de guerra".

PP y C's metieron más presión a los socialistas al acusar a Sánchez de buscar la "equidistancia" entre quienes cumplen la ley y quienes la "violan".

El PSOE expedientó a la diputada Soraya Rodríguez por romper la disciplina de voto en el Congreso la semana pasada al abstenerse ante una iniciativa "oportunista" de C's que abogaba por dar apoyo al Gobierno frente al desafío secesionista.

Otros tres diputados socialistas, todos ellos andaluces, también se desmarcaron de la orden dada por la dirección del grupo y, como su compañera vallisoletana, se abstuvieron en lugar de votar en contra de la iniciativa de Ciudadanos. Sin embargo, Rodríguez fue la única que reconoció a los medios de comunicación haber obrado de manera deliberada mientras que Gregorio Cámara (portavoz de la Comisión Constitucional), José Juan Díaz Trillo y Antonio Pradas indicaron que se habían equivocado.