La del miércoles pasado fue una jornada muy larga en la Consejería de Economía de la Generalitat. Los guardias civiles que iniciaron a las ocho de la mañana el registro del departamento del vicepresidente Junqueras no pudieron abandonar los locales hasta cerca de las cuatro de la madrugada de ayer jueves, casi veinte horas después, al impedírselo centenares de personas concentradas a las puertas. Los manifestantes destrozaron los tres vehículos de los guardias estacionados frente al edificio y llegaron a sustraer porras y material antidisturbios, posteriomente recuperado.

El juez que dirige la investigación sobre el referéndum llamó personalmente al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, para ordenarle que sus efectivos abrieran un corredor de seguridad que permitiera salir a la comitiva judicial y a la Guardia Civil . Tiempo después, intervinieron los antidisturbios de la policía catalana.