El líder de Podemos, Pablo Iglesias, lanzó ayer la idea de convocar una asamblea de electos para impulsar la celebración de un referéndum pactado en Cataluña, ante la situación de "excepcionalidad" creada por la "deriva autoritaria" del Gobierno de Mariano Rajoy para responder a la "consulta popular" del 1-O, que Podemos entiende como una jornada de "movilización" cuyo resultado no es vinculante.

Detrás de la convocatoria, además de Podemos, está su confluencia gallega En Marea, IU y Cataluña En Comù, el partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y Xavier Domènech, diputado del grupo de Unidos Podemos en el Congreso. La asamblea, que debería reunirse antes del 1 de octubre, estaría formada por diputados, senadores, eurodiputados y alcaldes de ciudades de más de 50.000 habitantes.

"Gobierno en la sombra"

El anuncio fue hecho por Iglesias después de una reunión de su "Gobierno en la sombra", llamado "Rumbo 2020", en la que los portavoces de los "comunes", IU y En Marea denunciaron una "situación de excepcionalidad" y apostaron por "abrir vías de diálogo para una solución política".

Tras el encuentro, Iglesias y los portavoces del grupo confederal en el Congreso llamaron al PP a abandonar sus medidas de "represión" y sentarse a negociar un referéndum.

"Hay que defender la democracia frente al PP", proclamó Iglesias, quien avanzó que ya han hablado con los líderes de las fuerzas políticas que podrían secundar esta iniciativa, incluido el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

"Excusa"

Domènech denunció que el PP "está utilizando Cataluña como excusa" para "hacer una involución democrática" que afecta al conjunto del Estado y que lo está haciendo sin mayoría absoluta, sin dar cuentas al Congreso, "por la puerta de atrás y violentando los principios de la democracia".

"Es el momento de estar a la altura", dijo el coordinador de IU, Alberto Garzón, comparando las actuaciones del PP con la "represión" y el "autoritarismo" de la "dictadura franquista".

El PP ve "surrealista" la propuesta de Podemos, que sí obtuvo el apoyo del PDeCAT y ERC, aunque los primeros pidieron más detalles y los segundos lamentaron que no sea mayoritaria.