La Guardia Civil requisó ayer más de 1,3 millones de carteles, dípticos y folletos de la consulta secesionista del 1 de octubre, suspendida por el Tribunal Constitucional (TC), junto a materiales a favor del "sí" y de la CUP, durante la inspección de una empresa de distribución de propaganda.

Según informó el Ministerio del Interior, en la empresa, en la localidad de Montcada i Reixac (Barcelona), se localizaron unos 700.000 folletos informativos para su reparto promoviendo el "sí", 130.000 carteles de menor tamaño en apoyo del 1-O y 370.000 dípticos con el logotipo de la Generalitat que se corresponderían con la campaña institucional.

Asimismo se intervinieron otros 138.000 carteles con el texto: "Sí, per fer-los fora" ("sí, para echarlos"), unido a las imágenes del rey Felipe VI, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el expresident Pujol y el expresidente de la Fundación Palau de la Música de Barcelona, Jordi Millet. Estos últimos, con los logos de la CUP.

Se trata de la mayor incautación de la Guardia Civil hasta el momento, tras tres días de campaña electoral, señala la nota de Interior. El Ministerio añade que el hecho de haberse hallado, "como en actuaciones anteriores", materiales promocionando el voto junto a otros llamando a optar por el "sí" prueba "la convergencia de esfuerzos y unidad de acción entre ambas dinámicas".

En este contexto, el líder de PSOE, Pedro Sánchez, participó en la Fiesta de la Rosa del PSC en Gavà (Barcelona), donde señaló a Rajoy "una salida para antes y después del 1 de octubre" que no requiere "romper nada"; pero una salida política, subrayó, que exige "diálogo, reforma de la Constitución y más autogobierno". Y añadió que "si da ese paso" y construye una solución política contará con el apoyo "sincero y leal del PSOE".

Sánchez dijo por delante que no es momento de reproches, pero después no se privó de recriminar a Rajoy que intentara alcanzar la Moncloa "confrontando territorios", a costa de invalidar el Estatut que fue refrendado por las Cortes y los ciudadanos. "Fue un error que estamos pagando en términos de desafección, no sólo en Cataluña, también en el conjunto de España", advirtió. Sin embargo, aclaró que ese "error" no puede justificar la deriva secesionista que "trata de imponer una vía unilateral al margen de la legalidad y la democracia". La democracia, dijo, es "mucho más que poner urnas: sin censo, con las urnas escondidas e imprimiendo papeletas en casa. Lo llaman democracia pero no lo es".