España se encamina hacia un "estado de excepción" por el uso partidista de las instituciones por parte del Gobierno. Esa fue la conclusión más relevante del análisis de la situación política que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, hizo ayer ante los diputados de su grupo parlamentario. "El PP está creando un estado de excepción", sostuvo Iglesias en la reunión a puerta cerrada de los diputados de Podemos y sus confluencias. Posteriormente, a través de diversos mensajes en Twitter, Iglesias advirtió sobre la posición del Rey ante el conflicto catalán y sus consecuencias. "Un Jefe del Estado más cerca del PP que de la ciudadanía catalana no augura un futuro fácil para la monarquía", escribió. A su juicio, que el Rey, el Gobierno, los partidos "monárquicos" y la Fiscalía se muestren "unidos y coordinados" ante el desafío soberanista catalán "no proyecta su fuerza, sino debilidad y miedo a la democracia". Para el líder de Podemos, "defender España requiere aportar soluciones políticas a problemas históricos. La cárcel y la represión enquistarán aún más los problemas".

Iglesias apunta que el independentismo "tiene mucho de reacción popular" frente al PP, pero considera que todavía es mayoritaria en Cataluña "la opción de un nuevo encaje jurídico en España con más autogobierno y reconocimiento como nación".

"Farsante autoritario"

El líder de Podemos es un "farsante autoritario" que "hace el juego a los que quieren quebrar la ley", contraatacó el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Carlos Rojas. Los populares reprochan a Iglesias que "defienda el derecho de autodeterminación cuando en su partido no lo aplica" y califica sus opiniones de "mezquinas". Para Rojas, "una vez más" Iglesias intenta dañar al Gobierno y "vuelve a intentar erigirse como el capitán del alboroto y del desorden", un medio en el que " se encuentra cómodo" y "puede obtener rentabilidad política".