Donald Trump recibirá a Mariano Rajoy en la Casa Blanca el próximo 26 de septiembre, en lo que será la segunda visita del presidente español a la residencia de los mandatarios estadounidenses, después del encuentro que celebró con Barack Obama en enero de 2014.

Los dos gobiernos habían mantenido contactos para hacer efectiva una entrevista entre ambos dirigentes en Washington, y sus agendas han permitido finalmente que esta reunión se concrete a finales de mes.

El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, tras reunirse en junio en Washington con el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, ya avanzó que las dos administraciones estaban trabajando para ese posible encuentro en otoño.

El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, avanzó ayer que Rajoy y Trump mantendrán un almuerzo en el que la lucha contra el terrorismo será uno de los asuntos que se aborden, además de las relaciones con la UE y las relaciones bilaterales.

Se trata del primer encuentro bilateral entre Rajoy y Trump, que han podido saludarse personalmente en dos ocasiones, tanto en la cumbre de la OTAN, celebrada en mayo en Bruselas, como en la del G-20 en Hamburgo a principios de julio.

Rajoy y Trump han mantenido además varias conversaciones telefónicas, la más reciente en agosto después de los atentados yihadistas en Cataluña.

El viaje de Rajoy a Washington será los días 25 y 26 de septiembre, es decir, a cinco días de la fecha de la consulta independentista anunciada en Cataluña para el primero de octubre. El presidente del Gobierno, además, viajará los días 28 y 29 a Tallin, la capital de Estonia, para participar en una reunión del Consejo Europeo.

Con ambos viajes, Moncloa quiere dar imagen de tranquilidad ante el desafío catalán. De hecho, en la misma rueda de prensa donde anunció la fecha del viaje de Rajoy a Washington, Méndez de Vigo reiteró que el 1-O no habrá consulta de secesión en Cataluña y aseguró que el Gobierno tiene estudiadas todas las medidas y está listo para actuar.

En este contexto, el PP inició ayer en Valencia la primera jornada de su reunión interparlamentaria y la plana mayor de sus dirigentes se esforzó en presentar al partido como único freno de las ambiciones secesionistas y de los "disparates" que pueda cometer la Generalitat.

No obstante, en la reunión hubo más declaraciones políticas. El coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, vaticinó que hay "PP para rato" y que no se podrá "derribar" tan "fácilmente" a Rajoy "ni con mociones de censura ni con limitaciones de mandatos" que se aprueben "por la puerta de atrás". Sobre esta última iniciativa, que promueve C's en cumplimiento del acuerdo de investidura con el PP, Méndez de Vigo avisó de que la limitación de mandatos conlleva una reforma constitucional que "no es sencilla".