El ministro marroquí del Interior, Abdeluafi Laftit, transmitió ayer en Rabat a su homólogo español Juan Ignacio Zoido la necesidad de prestar "una atención especial" a los imanes que ejercen en las mezquitas de España, ya que poseen una influencia directa sobre los hijos y los nietos de los inmigrantes marroquíes.

"Los hijos de los emigrantes marroquíes de segunda y tercera generación, que nacieron en los países europeos, necesitan una atención especial que evite que caigan en las garras del terrorismo", afirmó Laftit durante una comparecencia ante los medios junto a Zoido, tras la reunión bilateral que ambos ministros mantuvieron en la sede del Ministerio del Interior marroquí.

Laftit aclaró que dicha atención debe centrarse, concretamente, en el ámbito de las "mezquitas no controladas" y de los "imanes extremistas", entrando así en el debate sobre si el Gobierno español debe o no controlar la actividad de las mezquitas y los oratorios musulmanes en España.

En este campo, el ministro marroquí ofreció a España la cooperación de Marruecos y puso como ejemplo a Francia, país con el que el reino alauí posee un convenio de formación de imanes.

Detenciones

Zoido, por su parte, confirmó en la capital magrebí que las fuerzas de seguridad marroquíes han llevado a cabo dos detenciones relacionadas con los atentados terroristas del pasado 17 de agosto en Barcelona y Cambrils. Según fuentes de la investigación, uno de ellos, detenido en Casablanca, es un vendedor de butano llamado Hicham Ennadih, quien presuntamente suministró a los terroristas las bombonas encontradas en la casa de Alcanar. El otro detenido, por su parte, es un primo de los hermanos Driss y Moussa Oukabir. Zoido informó de que ambos detenidos fueron "puestos en libertad" después de tomarles declaración.

Quienes también están prestando declaración ante las fuerzas de seguridad son "numerosos familiares de los terroristas", según manifestó el ministro español. Con ello, las autoridades marroquíes tratan de obtener "información relevante" que determinar si tienen "alguna conexión con los hechos".

Zoido comunicó la detención de un tercer individuo en Nador, que no está relacionado con los atentados de Cataluña pero que amenazaba con atentar contra intereses españoles en Rabat y Nador. El ministro precisó que este tercer individuo, que continúa detenido, todavía "no había dado pasos concretos para cometer ningún atentado".

El responsable de Interior resaltó en Rabat que "no hay que olvidar" que once de los doce terroristas vinculados a la célula que actuó en Barcelona y Cambrils "eran marroquíes", mientras que el otro era un melillense de origen marroquí. También insistió en que "ningún país" está libre de la amenaza terrorista y en que solo a través "de la unidad y de la cooperación internacional", así como de "la prevención y de la lucha contra la radicalización" se podrá derrotar al terrorismo. Algo que se logrará, auguró el ministro, pero teniendo en cuenta que no será "fácil" ni se conseguirá "de un día para otro", ya que, muy posiblemente, habrá que "llorar nuevas víctimas".

Cooperación

Las últimas detenciones en Marruecos han servido a Zoido para destacar que la colaboración entre ambos países es "continua, leal y fructífera". Ejemplo de ello son, según el ministro, las doce operaciones conjuntas que se han llevado a cabo en 2017, la última de ellas el pasado mes de mayo, en la que fueron detenidos tres yihadistas en Barcelona, Salou y Tánger que integraban una célula terrorista del grupo yihadista Estado Islámico.

Zoido añadió que gracias a esta cooperación en la lucha antiterrorista ha sido posible detener a 172 presuntos yihadistas con perfiles radicalizados desde que se elevó el nivel de alerta a 4, en junio de 2015. Además, ambos países tienen la intención de que esta colaboración "se intensifique y mejore aún más".

Las autoridades marroquíes se centran ahora en investigar si el butanero Hicham Ennadih, que había residido en Ripoll, suministró efectivamente las bombonas a la célula yihadista dirigida por el imán de Ripoll.