Más de 136 kilos de resina de hachís pretendía introducir en España Abdelbaki Es Satty, imán de Ripoll y cerebro de la célula yihadista que atentó en Barcelona y Cambrils, cuando fue detenido en el puerto de Ceuta el 1 de enero de 2010.

El imán fue arrestado por los agentes de la Guardia Civil encargados del control de vehículos cuando se disponía a cruzar el estrecho de Gibraltar. La resina de hachís estaba escondida en cuatro dobles fondos del techo de su coche.

El imán, que por entonces tenía 37 años, fue internado en condición de preso preventivo en la cárcel ceutí de Los Rosales hasta que fue condenado en febrero de 2012 a cuatro años de prisión por un delito contra la salud pública.

Posteriormente, fue trasladado a la prisión de Castellón y quedó en libertad en 2014. El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria le concedió tres permisos de salida durante su estancia en la cárcel. Los permisos fueron otorgados a petición de la prisión, que destacó en su informe su buen comportamiento, la ausencia de sanciones y el trabajo remunerado que realizaba en la cárcel. No hubo ninguna oposición por parte del fiscal.

El juzgado nunca tuvo información sobre una posible vinculación con actividad terrorista del imán ni con su supuesta inclusión en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES).