La célula terrorista de Ripoll tenía ultimados los preparativos para una o varias acciones de gran envergadura que pensaba ejecutar de forma "inminente", quizá al día siguiente de los atropellos de las Ramblas o durante el fin de semana. Las investigaciones policiales ratifican la tesis de que todo se frustró con la explosión del chalet de Alcanar que servía de base operativa a los yihadistas y en la que habría muerto el imán Abdelbaki Es Satty, sospechoso de adoctrinar y liderar a los jóvenes integrantes del grupo. En una nueva línea de indagación, los mossos tratan de aclarar posibles vínculos internacionales de la célula.

Bajo los escombros de la casa que los terroristas ocuparon hace seis meses en Alcanar están las respuestas a algunas de las incógnitas en torno a los atentados de Barcelona y Cambrils, en los que perecieron catorce personas y más de 120 resultaron heridas. El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, apuntó ayer como prácticamente seguro que en la explosión del chalet -en el que se acumulaban 120 bombonas de gas y algunos de los elementos básicos para elaborar los explosivos habituales en las acciones del Estado Islámico- perecieron el imán y Youseff Aallaa. Un hermano de este último es uno terroristas abatidos en Cambrils y otro figura entre los tres detenidos en Ripoll.

Ante la imposibilidad de recurrir a otros medios por la fragmentación de los restos humanos -de uno de los fallecidos apenas habrían quedado las orejas, según algunas informaciones- solo las pruebas de ADN permitirán confirmar si ambos perecieron en la deflagración. La gran cantidad de escombros y el temor a nuevas explosiones complican los trabajos en Alcanar, que se prolongarán durante varios días.

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La pérdida del material explosivo frustró el objetivo inicial de los terroristas de cometer de forma "inminente", afirmó el jefe de los mossos, el mismo jueves o en los días inmediatamente posteriores, uno o varios atentados en puntos centrales de Barcelona con furgonetas-bomba y causar "bastante más daño" del que provocaron con el atropello masivo.

A falta de ubicar a Abdelbaki Es Satty y a Youseff Aalla, los mossos han identificado ya a la docena de integrantes del comando, siete de ellos muertos y cuatro detenidos. El último integrante de la célula es el huido, Younes Abouyaaqoub, de quien se sospecha que conducía la furgoneta que irrumpió el jueves en las Ramblas. Su intensa búsqueda provocó ayer numerosos colapsos en lsa carreteras catalanas.

La otra línea de investigación se centra en sus vínculos internacionales. A tenor de la información que maneja la Policía, el imán estuvo en Bélgica en febrero y marzo del año pasado. Yousseff Aalla y Mohamed Hychami, uno de los terroristas abatidos en Cambrils, habrían viajado en diciembre a la ciudad suiza de Zurich. A ello habría que sumar otras visitas a Marruecos de donde eran originarios la mayoría de los miembros de la célula.