Luca Russo, el otro fallecido italiano, paseaba por las Ramblas junto a su novia, Marta. Ella resultó herida, pero él perdió la vida. "En un momento, estábamos bajo la furgoneta. No lo vi más desde ese momento", explicó Marta, que cayó al suelo. A sus 25 años, este joven ingeniero calificado de "brillante" trabajaba desde hacía un año en una firma de ingeniería eléctrica. Ahora su novia quiere llevarle a casa.