La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, achacó ayer el Gobierno de la Generalitat que las Ramblas carecieran de bolardos y otros obstáculos físicos contra acciones como el atropello masivo del jueves pasado. Colau señaló que el Ayuntamiento carece de competencias en materia antiterrorista y que siempre colaboró para valorar las medidas de seguridad adoptadas.La alcaldesa considera que "es imposible llenar la ciudad de barreras".

Por su parte, el conseller de Presidència y portavoz del Govern, Jordi Turull, justifica por "razones técnicas" el hecho de haber descartado a finales del año pasado instalar bolardos en la Rambla y otros puntos críticos de Barcelona ante un ataque terrorista. "Técnicamente se optó por refuerzos en puntos estratégicos y se respetó por parte de todos", afirmó Turull, para quien "entrar en esto es de muy mala fe".

Pese a estas fricciones, Ayuntamiento y Generalitat mostraron ayer su buen entendimiento con la convocatoria conjunta de una manifestaciones para el sábado próximo.

El consejero de Interior catalán, Joaquim Forn, habló ayer de víctimas "catalanas" y "españolas", como si se tratasen de nacionalidades diferentes, en una entrevista en la que informaba de las identidades de los fallecidos por los atentados. Forn, que sustituyó al destituido Jordi Jané, es un veterano independentista.