La huelga de los empleados de los controles de seguridad del aeropuerto barcelonés de El Prat es total e indefinida desde la pasada medianoche. Así lo decidieron ayer en asamblea los trabajadores de la empresa Eulen, concesionaria del servicio, al rechazar por 150 votos contra 36, y uno nulo, la propuesta, aceptada por la empresa y negociada por la Generalitat, de subida salarial de 200 euros al mes en doce pagas. La plantilla de Eulen en El Prat está compuesta por unas 400 personas.

La reclamación aprobada por los empleados en la anterior asamblea, celebrada el pasado jueves con la asistencia de 176 personas, consistió en una subida de 250 euros en quince pagas.

El rechazo de la propuesta llevaba aparejado el final de los paros parciales puestos en práctica hasta ahora y su sustitución por uno indefinido de 24 horas.

La Delegación del Gobierno en Cataluña ha decretado unos servicios mínimos del 90%, para "garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales". Este porcentaje ha sido considerado "abusivo" por el comité de huelga, que, sin embargo, garantizó, que "se van a cumplir" como "se han cumplido escrupulosamente" hasta ahora.

En reacción a la decisión de los trabajadores de Eulen, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, admitió en rueda de prensa desde Santander que la situación es "complicada" porque la decisión de los trabajadores representa un "salto cualitativo y cuantitativo muy importante en relación a la huelga que hasta la fecha han mantenido en una infraestructura estratégica para el conjunto del país".

Para De la Serna, es "evidente" que se puede causar un "problema importante de seguridad" y de "orden público". Para evitarlo, añadió, se ha intensificado la presencia de la Guardia Civil en El Prat. "Hay efectivos que en estos momentos se están trasladando a Cataluña para reforzar la presencia de la Guardia Civil en los controles de acceso al aeropuerto", dijo.

De igual modo, anunció que ya está en marcha el procedimiento para la aprobación del laudo de arbitraje obligatorio del conflicto.

Mala relación

Por su parte, el asesor del comité de huelga de los empleados de seguridad del aeropuerto de El Prat, Juan Carlos Giménez, denunció ayer que la "convivencia" entre los trabajadores y los agentes de la Guardia Civil es "muy mala". A la sobrecarga de trabajo que soportan especialmente las trabajadoras de Eulen en los controles de seguridad, aseguró Giménez, se suma ahora la "presión constante de la Guardia Civil", hasta el punto de que ayer algunas de ellas acabaron "llorando".

El abogado del comité de huelga Leopoldo García Quinteiro acusó, por su parte, a la Generalitat de atribuirse una función de "arbitraje" que no le corresponde y denunció la "arrogancia" del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, "absolutamente incompatible con principios básicos del derecho democrático" al "amenazar" con el laudo arbitral.