La formación del primer gobierno autonómico entre el PSOE y Podemos en Castilla-La Mancha desató el debate interno sobre si este ensayo podría desembocar en una moción de censura para desbancar a Mariano Rajoy, si bien Ferraz ha enfriado las prisas de la formación morada por llevarla a la práctica.Dos años después de que tuvieran lugar las elecciones autonómicas, PSOE y Podemos fraguan un gobierno de coalición, un paso más en las alianzas externas que el partido de Pablo Iglesias había entablado con los socialistas en regiones como Aragón, Baleares o Comunidad Valenciana.

El paso dado en Castilla-La Mancha el jueves tiene lugar casi un mes después de que Iglesias y el líder socialista, Pedro Sánchez, se reunieran en el Congreso para poner en marcha una mesa de colaboración parlamentaria encaminada a buscar acuerdos en distintas materias. A las dos semanas, Iglesias ya aseguró que la realidad empujaba "hacia la necesidad de presentar una moción de censura" para hacer posible el gobierno de progreso que fue inviable en 2016 tras las primeras elecciones generales.

La operación en Castilla-La Mancha intensifica la presión de la dirección de Podemos para que el PSOE acepte el reto de intentar desalojar a Rajoy de la Moncloa. El secretario de Organización, Pablo Echenique, se manifestó días atrás en este sentido. En Ferraz, en cambio, la respuesta sobre qué efectos puede tener la coalición manchega ha sido más comedida.

Con Sánchez de vacaciones y sin haberse pronunciado al respecto, su 'número tres', José Luis Ábalos, ha sido quien ha rebajado las expectativas y ha dejado la posible moción en "una hipótesis de futuro".