El PP de Castilla-La Mancha mostró ayer su malestar por el ingreso de Podemos en el Gobierno de esa comunidad autónoma, formalizado el pasado jueves. La presidenta del grupo popular en las Cortes de Castilla-La Mancha, Ana Guarinos, acusó al jefe del Ejecutivo castellano-manchego, Emiliano García-Page, de sentirse "más cómodo" con Podemos que con quien, dijo, defiende como el PP "la moderación". Para Guarinos, "Podemos es una formación política que está llena de personas que han delinquido en este país. Desde pederastas a cualquier otro tipo de personas las encontrarán en un único partido que se llama Podemos", dijo Guarinos, quien enfatizó: "En el PP echamos a los delincuentes y en Podemos recogen a los delincuentes".

El ataque del PP fue respondido por la cúpula de Podemos. La diputada morada en Castilla-La Mancha María Díaz afirmó que si Guarinos no se retracta se verán "en los juzgados", mientras que el secretario general podemista, Pablo Iglesias, acusó al PP de "mentir sin pudor" sobre su formación con el objetivo de "preservar su impunidad". Para Iglesias, el PP recurre con ese objetivo a "corromper, saquear, enriquecerse, amenazar, presionar a fiscales y periodistas, y mentir sin pudor".

El acceso de Podemos al Ejecutivo castellano-manchego propició ayer algunas discrepancias entre dirigentes socialistas a propósito de su posible extrapolación a escala nacional. El portavoz de la Ejecutiva del PSOE, Óscar Puente, afirmó a primera hora de la mañana que "no es descartable un gobierno PSOE-Podemos en el futuro", una sentencia que fue respondida poco después por el secretario del Organización socialista, José Luis Ábalos.