La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, condenó ayer "firmemente" las acciones contra el turismo que en los últimos días han reivindicado colectivos de la CUP, pero avisa de que "no hay que magnificar hechos aislados, pues lo normal en la ciudad es la convivencia entre ciudadanos y visitantes". Colau garantiza que se perseguirá judicialmente a quienes participaron en unas acciones que no son representativa de una ciudad que "le gusta ser visitada por turistas".