El PSOE se considera libre de la presión cercana de Podemos en la pugna por el liderazgo de la izquierda. El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de julio, que muestra un importante salto del partido de Pedro Sánchez en intención de voto, confirma para los socialistas su primacía frente a la formación morada y deja claro quién encabeza la oposición.

El PSOE se sitúa ahora en una posición casi equidistante entre el PP y Podemos. El CIS le atribuye una intención de voto del 24'9, a poco menos de cuatro puntos del PP -que mantendría su condición de más votado en caso de celebrarse ahora elecciones- y 4'6 por encima del partido de Iglesias.

Una lectura más a ras de los datos de la encuesta, antes de las correcciones que imprimen sus responsables en función de diversos criterios, revela el alcance de esa pujanza del PSOE, que se coloca por delante del PP tanto en intención directa de de voto (19'1% frente al 17'1%) como en la suma del concepto anterior y de la simpatía (22,2 % frente a 18,7 %).

Los cinco puntos de crecimiento del PSOE respecto al anterior barómetro del CIS, el de abril, cuando Pedro Sánchez todavía no había recuperado el liderazgo del partido, proceden en su mayor parte del trasvase de apoyos de Podemos. El apartado de voto más simpatía muestra que hay un 6,7 por ciento de quienes votaron a Podemos en las elecciones de junio pasado que ahora no repetiría esa opción y se inclinaría por el PSOE. Ese porcentaje es mayor si se examina el comportamiento de algunos electores de las confluencias de Podemos: un 14 por ciento de los que dicen que votarían ahora a los socialistas metieron en la urna la papeleta de Compromís, Podemos y EU en la Comunidad Valenciana; un 12,5 por ciento votó a En Marea en Galicia, y otro 10 por ciento que hizo lo propio con En Comú en Cataluña en los últimos comicios generales.

Pese a esa pérdida de apoyos, Podemos mantiene una posición estable en la encuestas e incluso repunta seis décimas, algo que consigue a costa de los desilusionados con el PSOE (2,7 %), de Ciudadanos (1 %), y muy especialmente del 3,1 por ciento que se arrepiente de haber votado a ERC y ahora se inclinaría por En Comú Podem.

Arrepentidos del PP

El PSOE recibiría un porcentaje de voto trasvasado del PP, inferior al que le llegaría de Podemos. Un 2,3 por ciento de los que apoyarían ahora a los socialistas respaldó al PP en las elecciones repetidas de hace poco más de un año, un porcentaje que se reduce al 1,4 si sólo se tiene en cuenta la respuesta espontánea de los encuestado, sin la suma simpatía. Los tres puntos de pérdida de apoyo de los populares acabarían en la abstención o en Ciudadanos: hay un 7,4 por ciento de quienes ahora elegirían a Rivera que el verano pasado votó a Rajoy.

El panorama que perfila el barómetro del CIS ratifica al PSOE como auténtica cabeza de la oposición, algo que Podemos asume sin reconocerlo. Esa es la opinión de la portavoz socialistas en el Congreso, Margarita Robles, quien considera que Pablo Iglesias "tiene interiorizado que la fuerza de alternativa y de liderazgo la representa el PSOE". En una entrevista con la agencia Efe, Robles confirma como una de las estrategias socialistas intensificar el trasvase de votos desde Podemos a su formación. El partido que ahora lidera Sánchez "empatiza", según Robles, con los votantes de Podemos, a los que quiere convencer de que "este PSOE es el que de verdad puede suponer un cambio efectivo". La relación entre ambos partidos mejorará en la medida en que los de Iglesias centren su estrategia política y parlamentaria y resuelvan sus problemas internos, afirma la portavoz socialista.