El Gobierno recurrió ayer ante el Tribunal Constitucional (TC) los cambios en el reglamento del parlamento catalán que permitirán aprobar en lectura única, es decir por la vía rápida, la ley con la que se pretende dar soporte legal al referéndum del 1 de octubre. En paralelo, apurando los plazos del calendario parlamentario, el presidente Puigdemont y los diputados independentistas del Parlament suscribieron ayer de forma colegiada dicha ley para que se tramite a la vuelta de las vacaciones de la cámara.

En la dinámica de acción-reacción que ha llevado el conflicto catalán a un punto de no retorno, Rajoy anunció ayer el acuerdo del Ejecutivo de recurrir ante el Constitucional los cambios en las normas internas que permitirían al Parlament aprobar la ley de referéndum prácticamente sin debate parlamentario y merced a la mayoría independentista de la cámara. La modificación del reglamento posibilita suprimir las comparecencias, ponencia y comisión y limita el derecho a presentar enmiendas, lo que "supone una quiebra del derecho de participación política", según el recurso del Ejecutivo. El Constitucional decidirá el lunes si admite a trámite dicho recurso y, de hacerlo, el cambio del reglamento del Parlament quedará en suspenso, con lo que se cerraría la vía rápida para la aprobación de la ley del referéndum.

Rajoy dejó constancia ayer de esta iniciativa al hacer un balance de la temporada política previo a la vacaciones. Para el jefe del Ejecutivo, el conflicto catalán es la única zona oscura en una panorama de estabilidad institucional y reactivación económica. "No habrá ningún referéndum el 1 de octubre. El Gobierno mantiene la determinación de defender la ley con la serenidad y la mesura que le brindan los instrumentos del Estado de Derecho", expuso Rajoy, quien sostiene que las iniciativas soberanistas suponen un intento de imponer "a las bravas" un proyecto "radical y divisivo".

El frente independentista quiso dejar ayer constancia de su unidad y compromiso con la consulta de octubre al suscribir de forma colegiada todos los diputados de JxSí, incluido el presidente Puigdemont, y los de la CUP, la ley con la que se intenta dar cobertura al referéndum. La propuesta se registrará en el Parlament el lunes, el último día en que la Cámara abrirá antes de cerrar sus puertas hasta el 15 de agosto. La Mesa del Parlament no volverá a reunirse hasta el 16 de agosto, primer día hábil establecido tras la reforma del Reglamento del Parlament que se aprobó el pasado miércoles. Si, en virtud del recurso anunciado por el Gobierno, el Tribunal Constitucional suspendiera la reforma del reglamento estaría en vigor el anterior texto. JxSí y la CUP podrían pedir una tramitación urgente de la ley, pero los grupos de la oposición tendrían derecho a disponer de los plazos de tiempo reglamentarios para presentar enmiendas, lo que complicaría el calendario de la consulta trazado por los independentistas.