El Parlament aprobó ayer con los votos a favor de Junts pel Sí (JxS) y la CUP una reforma del reglamento de la Cámara para permitir la aprobación exprés, por lectura única, de la ley que prevé amparar la consulta del 1 de octubre y la denominada "ley de transitoriedad jurídica".

Concretamente, esta reforma aprobada a pesar de los 63 votos en contra de todos los grupos de la oposición, permitirá que el grupo parlamentario promotor de una proposición de ley pueda pedir que sea tramitada por el procedimiento de lectura única y sin apenas debate. De esta forma, los independentistas podrán aprobar tanto la anunciada consulta como la ley de desconexión por la vía más rápida y sin que la oposición pueda presentar enmiendas.

La reforma fue parcialmente avalada por un dictamen del Consejo de Garantías Estatutarias, que también alertó de que "omite" la exigencia de que este procedimiento se limite únicamente a casos en los que la "simplicidad" de la norma lo permita. Tal omisión implicaría, por tanto, que esta reforma es contraria a la Constitución y al Estatut.

La oposición arremetió en bloque contra los independentistas, tildando esta modificación de "cacicada" que "pisotea" los derechos democráticos y recordando que de ninguna forma podrían aprobarse por la vía rápida unas leyes que habilitasen algo tan trascendente como una hipotética secesión.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, solicitó un dictamen urgente del Consejo de Estado sobre la reforma del Reglamento del Parlament, concretamente sobre el artículo 135.2 del nuevo Reglamento de la Cámara.

El Ejecutivo, que solicitó el dictamen para determinar posibles acciones futuras ante esta modificación, justificó su decisión en la gravedad que reviste el hecho de que se pretenda aprobar las leyes de la consulta ilegal y de la supuesta la transitoriedad jurídica sin ningún tipo de debate y sin la posibilidad de presentar enmiendas.