La Peregrinación Militar Internacional a Lourdes (Francia) en la que participan militares, guardias civiles y curas castrenses cada mes de mayo, tuvo este año un coste de 73.000 euros paras las arcas públicas.

La última de estas peregrinaciones se hizo famosa después de salir a la luz pública el vídeo en el que guardias civiles, militares españoles, curas, monjas e incluso gendarmes franceses protagonizaron una curiosa y polémica conga festiva al ritmo de 'Que viva España'.

El vídeo se conoció el pasado mes de junio, al revelar la Asociación Unificada de Guardias Civiles que la expedición se sufragó con dinero público a través del Arzobispado Castrense y el delegado de Peregrinaciones Militares, una circunstancia que ha generado polémica.

La senadora andaluza de Podemos Maribel Mora trasladó una pregunta parlamanetaria en la que instaba el Ejecutivo a dar detalles del coste de la 59ª edición de la romería desglosada por cuerpos.

En dicha respuesta consta una cifra única de 73.000 euros, una cantidad muy superior a la presupuestada en 2016, cuando la partida destinada a esta celebración alcanzó los 11.000 euros, según datos de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC).

En el escrito, el Gobierno también ofrece detalles de cómo se organiza la representación oficial que allí acude, que se regula mediante instrucción de la Subsecretaria de Defensa y se constituye por una autoridad militar, una autoridad del Arzobispado Castrense y personal del Ejercito de Tierra, Armada y Ejército del Aire.

Los orígenes de la peregrinación se remontan a 1948, cuando las naciones enfrentadas durante la II Guerra Mundial promovieron reuniones para favorecer la reconciliación y la paz entre ellas. El primer encuentro se llevó a cabo ese año en Lourdes, donde posteriormente, en 1958, se institucionalizó y se convirtió en una cita de carácter anual.

Desde entonces, las autoridades francesas son quienes gestionan la organización de la peregrinación, proporcionando apoyo logístico en su territorio y preparando todos lo necesario para acoger a las 30 naciones invitadas, procedentes de todos los continentes. España ha participado en el encuentro desde hace más de 40 años, en el que, además de debatirse cuestiones relativas con la paz y la seguridad internacional, se realizan actividades de ámbito social.