Las autoridades turcas han entregado a la Guardia Civil a Assiah Ahmed, de 26 años, y Fátima Akil Laghmich, de 21, después de que fueran detenidas en diciembre cuando trataban de retornar a Europa. Se trata de las esposas de dos sanguinarios yihadistas de origen marroquí fallecidos en zona de conflicto, Mohamed Hamaduch, también llamado "Kokito Castillejos", y Mourad Kadi.

Las dos mujeres están acusadas de un delito de integración en el Estado Islámico (EI) y fueron arrestadas a su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, procedentes de Estambul (Turquía). La investigación estuvo dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que tiene previsto tomarles declaración el próximo viernes. Assia Ahmed y Fátima Akil vivieron "en un contexto de brutalidad extrema de manera voluntaria" bajo las condiciones del grupo terrorista, convirtiéndose en una amenaza potencial para la Seguridad Nacional.

La Guardia Civil considera que su vinculación con miembros muy activos de la organización las convierte en elementos clave para ser utilizadas como "facilitadoras" para la organización terrorista en España. Los investigadores han acreditado que Assia Ahmed abandonó España en marzo de 2014 para vivir en Siria junto con 'Kokito', conocido como "el decapitador de Castillejos" por posar con las cabezas de sus víctimas. Durante la ceremonia, el terrorista regaló a su mujer como dote un cinturón de explosivos. El matrimonio tuvo un hijo, al que se consideró como el primer niño español nacido en el Califato. Fátima Akil y su hijo viajaron a Siria en abril de 2014. Allí les esperaba Mourad Kadi. Según Interior, "se tiene constancia del posible fallecimiento de los dos yihadistas marroquíes a finales de 2015. Assiah Ahmed se volvió a casar con otro yihadista marroquí y fruto de esa relación quedó nuevamente embarazada.