El juicio contra los seis integrantes de una célula yihadista desarticulada en Melilla en 2014 quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia Nacional. Los acusados aceptaron una pena de seis años cada uno después de admitir que reclutaban a combatientes para Al Qaeda y renunciar a la violencia, razón por la cual la Fiscalía rebajó sus peticiones de condena iniciales.