La esperada entrevista entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, la primera desde agosto del año pasado, dio ayer para una "sustancial" coincidencia sobre el desafío separatista catalán, pero también para marcar diferencias. Así, el líder del PSOE y el presidente del Gobierno están plenamente de acuerdo en que la consulta prometida para el 1-O es "inaceptable", pero el primero cree necesario que el segundo "abra vías de diálogo" con la Generalitat; en caso contrario, los socialistas plantearán "iniciativas legislativas".

La portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, que fue quien hizo balance de la entrevista por parte socialista, avanzó que esas iniciativas tendrían que ver con la "reforma constitucional" que defiende su partido y con "todo tipo de normas en materia de financiación". Y según ella, Rajoy prometió a Sánchez "estudiarlas". La portavoz insistió en que si los gobiernos de Madrid y Barcelona no emprenden el diálogo, el PSOE hará una "oposición útil que aporte ideas y soluciones".

Robles negó que en la entrevista, de dos horas y media de duración, se abordara la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución, pero recordó que la ejecutiva del PSOE entiende que "esa solución nunca sería procedente ni la apoyaría".

Sánchez reiteró a Rajoy que "siempre va a tener el apoyo del PSOE en la defensa de la legalidad y la Constitución", pero le reprochó su inmovilismo y le desaconsejó quedarse "quieto", esperando "a ver qué pasa el 1 de octubre". El líder socialista piensa que para reconducir la situación serían necesarias "reuniones entre el Gobierno de España y el Govern", pero Rajoy le contestó que ve "muy difícil, casi imposible" que pueda hablar con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, informaron fuentes socialistas.

Por parte del Gobierno rindió cuentas el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, quien prefirió destacar la "normalidad" y la "estabilidad institucional" que significa la reunión "cordial" de ayer entre Rajoy y Sánchez: el jefe del Ejecutivo, dijo el portavoz, salió del encuentro con "buenas sensaciones de la reunión y satisfecho", al constatar su "coincidencia absoluta" con Sánchez en "lo esencial".

La extensa entrevista, resumió Robles, fue entre dos políticos "muy diferentes", pero con un "profundo sentido de Estado", que se han comprometido a tener a partir de ahora una comunicación "absolutamente fluida" y a mantener un "contacto permanente" ante cualquier eventualidad que se produzca.

En la Moncloa -Robles compareció en el Congreso-, Méndez de Vigo explicó que Rajoy informó a Sánchez de la necesidad de cerrar "lo antes posible" un pacto de Estado contra la violencia machista, uno de los siete acuerdos que expuso el jefe del Gobierno en su sesión de investidura, el pasado 29 de octubre.

Rajoy informó al líder socialista de los últimos acontecimientos en la política europea y de la posición de España ante el "Brexit". Y también hablaron de los conflictos de Siria, Libia y Venezuela, sobre los que constataron posiciones "muy cercanas", según el portavoz.

La entrevista de ayer en la Moncloa es la más larga que han mantenido ambos políticos. En su último encuentro, el 29 de agosto pasado, en el Congreso, Rajoy y Sánchez apenas estuvieron reunidos media hora y ni siquiera se estrecharon la mano.

Ayer, en cambio, el ambiente fue muy distinto: Rajoy esperaba a Sánchez en lo alto de la escalinata de acceso a la Moncloa y, después de que el líder del PSOE subiera los peldaños, se saludaron con un fuerte y prolongado apretón de manos y posaron sonrientes para los fotógrafos. Después hablaron durante dos horas y media. Un récord.