Pedro Sánchez buscó ayer las coincidencias con Albert Rivera en su primera reunión cara a cara en más de un año. Tiró del acuerdo suscrito con C's para su fallida investidura de 2016 y rehuyó toda mención no ya a la moción de censura que busca con ahínco Podemos, sino al desmantelamiento de las políticas del PP. El resultado más palpable fue un acuerdo para impulsar un marco de diálogo, aún sin formato, sobre la reforma de la Constitución y el compromiso de empezar este otoño a preparar un borrador.

Pero el alcance del acuerdo depende de quien lo traslade a los medios. En su comparecencia tras la reunión, Rivera dijo que él y Sánchez habían decidido crear una mesa con juristas de los dos partidos que, sin embargo, estará abierta a otras fuerzas. Trabajarían desde el otoño en un "documento o borrador" de reforma de la Carta Magna que, después, sería "canalizado a través de una comisión parlamentaria". En esta legislatura o ya en la próxima.

El "número tres" del PSOE, José Luis Ábalos, rebajó el grado de concreción de la iniciativa. Ese espacio de diálogo está "por definir", dijo el secretario de Organización socialista, que presentó la reunión de hora y cuarto entre Sánchez y Rivera como una "toma de contacto" en la que "no se ha aterrizado tanto".

Su partido, explicó, "no determina" si ese espacio "será una mesa o qué"; el formato será el que "acuerden todos". Pero después se acercó a las explicaciones de Rivera: será un "espacio político de partidos con representación parlamentaria", marco en el que cabe, admitió, una comisión en el Congreso.

"Si estamos por crear un espacio para debatir estas reformas nos lo podemos encontrar dentro del propio funcionamiento de la Cámara, en comisiones, subcomisiones, estamos abiertos a espacios o podemos proponerlos nosotros mismos", dijo Ábalos.

El "número tres" socialista informó de la petición que Sánchez le hizo a Rivera para que en la Mesa del Congreso "se supere la cuestión de los vetos" de iniciativas parlamentarias del PSOE. A su juicio, este bloqueo de iniciativas conduce a "declarar inútil al Parlamento" y Ciudadanos tiene ahí un "papel esencial".

La reunión también sirvió, según el líder de Ciudadanos, para alcanzar "un preacuerdo" sobre distintas medidas de regeneración democrática: suprimir aforamientos, modificar la ley electoral y limitar los mandatos presidenciales, todas ellas ya pactadas en el acuerdo de hace un año.

Sobre la reforma de la ley electoral, Rivera dijo que ahora es necesario acercar posiciones con el PP y con Podemos -formación con la que reconoce que tiene más en común en este asunto-, pero adelantó que si el PP no quiere pactar en este campo, los demás partidos seguirán sin él. Rivera celebró que Sánchez no le hablara de mociones de censura y que el líder del PSOE haya superado "la pantalla de bloqueo".