"Votaremos aunque el Estado español no quiera". Los independentistas catalanes, con el entrenador del Manchester City, Josep Guardiola, a la cabeza, se conjuraron ayer para hacer realidad su pretensión de celebrar una consulta secesionista unilateral el próximo 1 de octubre.

El escenario fue un multitudinario acto convocado al efecto en Montjuïc, con asistencia de unas 30.000 personas, según estimaciones de las tres entidades organizadoras: la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI).

El exjugador y exentrenador del Barça fue el encargado de leer un manifiesto en defensa del derecho a decidir y llamando a "hacer frente a los abusos de un Estado autoritario" que "siempre" ha respondido "no" a la exigencia de los soberanistas de celebrar un referéndum pactado con el Gobierno central.

Ante estos "abusos" del Estado, que "ha puesto en marcha una persecución política impropia de una democracia en la Europa del siglo XXI" -dijo el exjugador de la selección española-, no hay "ninguna otra salida, la única respuesta posible es votar", y "pedimos a la comunidad internacional que nos ayude, apelamos a todos los demócratas de Europa y del mundo a estar a nuestro lado en la defensa de los derechos hoy amenazados en Cataluña".

Y terminó el antiguo centrocampista: "Ahora que la voz de la democracia quiere ser secuestrada, más que nunca acudiremos a las urnas y defenderemos con todas nuestras fuerzas la democracia y a nuestros representantes. Estamos comprometidos. No fallaremos".

A la conclusión de la arenga, que Guardiola leyó en catalán, castellano e inglés, gritos de "independencia", "votaremos" y "1-O, no tengo miedo".

Arropando al preparador futbolístico estaban el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, consejeros como Neus Munté, Raül Romeva o Josep Rull, y diputados de Junts pel Sí (JxS) y la CUP.

Munté, portavoz del Ejecutivo catalán, advirtió: "No hay plan B porque el plan A se llama referéndum, el plan B se llama referéndum y el plan C se llama referéndum". Y Jordi Sánchez, presidente de la ANC, mostró su confianza en que el 1-O se podrá votar, porque -constató- "no hay suficientes cárceles para meter a todo un país, no hay suficientes jueces para llevar a un país entero ante los tribunales".

Desde Madrid, el vicesecretario de comunicación del PP Pablo Casado se valió de un símil futbolístico para recordar a Guardiola que "cuando se está fuera de juego, se está incumpliendo la ley". Y el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, se declaró convencido de que el Gobierno de Rajoy, "sustentado" por el PNV, "baraja fechas veraniegas para suspender la autonomía" de Cataluña "total o parcialmente".