El PP amenaza al resto de los partidos con airear "sus vergüenzas" en el Senado al no conseguir que se paralice la comisión parlamentaria que investigará su financiación. El extesorero de lo populares, Luis Bárcenas, será el primo en comparecer ante la comisión, el próximo 26 de junio.

En el, por ahora, último episodio de sus resistencia a que el Congreso investigue sus finanzas, el PP reclamaba un informe jurídico que determine el alcance temporal de esa investigación. El resto de los grupos parlamentarios rechazan lo que consideran un nuevo intento dilatorio de los populares, que incumplen el compromiso suscrito con Ciudadanos para la investidura de Rajoy de que la investigación estuviera en marcha en los seis primeros meses de la legislatura. La oposición hizo valer su mayoría para fijar el calendario de la comisión, lo que ayer provocó una airada reacción del coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo. El número tres de los populares considera que PSOE, Podemos y Ciudadanos, pretenden montar una "causa general" contra su partido mientras "tapan sus propias vergüenzas", algo que quieren dejar al descubierto en el Senado, donde tienen mayoría, en la comisión que el martes se constituyó para investigar al conjunto de las organizaciones políticas. Martínez-Maíllo advierte que el único fin de la comisión de investigación es dañar al PP, por lo que "todo lo que pase a partir de ahora" en ese órgano del Congreso "será un puro paripé". La comisión nace ya "muerta, fracasada e inútil" porque "ya tienen sus conclusiones" redactadas y "se podían ahorrar los trabajos" parlamentarios, según Fernando Martínez-Maíllo.

El coordinador de los populares reprocha a Ciudadanos su alineamiento con la"radicalidad y el extremismo" de Podemos. Toni Cantó, el diputado que representa a la formación naranja en la comisión sobre el PP, puntualiza que el pacto de investidura que firmaron en agosto no establece ninguna limitación a la investigación, al igual que el acuerdo votado en el Congreso. Por ello. Cantó asegura no entender "los nervios" de Martínez-Maíllo, una reacción "ridícula", según la diputada de Podemos Carolina Bescansa. Para este grupo, los populares están embarcados en una estrategia de "enfangarlo todo" para impedir que la investigación siga adelante.

El PSOE, por su parte, entiende que el PP debe asumir la realidad de que ya no tiene mayoría absoluta en el Congreso y que el resto de los grupos parlamentarios pueden marcar la agenda política. Para Isabel Rodríguez, portavoz socialista en la comisión de investigación, la pretensión de los populares es "boicotear" la labor parlamentaria "porque sabe que de las comparecencias y la documentación se deriva sin lugar a duda su responsabilidad política en torno a la financiación ilegal".