Con un tono más duro del que acostumbra a emplear, Mariano Rajoy comparó ayer en Sitges la independencia de Cataluña con un "trauma" de "consecuencias terribles" para la economía de la región, una suerte de "Brexit" a la catalana que él no va a permitir que suceda. "Ni quiero, ni me lo creo, ni siendo yo presidente se va a producir", advirtió el jefe del Ejecutivo a los independentistas en la clausura de la XXXIII Reunión del Círculo de Economía, celebrada en la ciudad costera próxima a Barcelona.

Además, Rajoy llamó a evitar que se vea con "equidistancia" la defensa del cumplimiento de la Constitución y el propósito de declarar la independencia; máxime después de que el ministro de Economía, Luis de Guindos, pronosticara el viernes en el mismo foro que la secesión de Cataluña y su inmediata salida de la UE se traduciría en una pérdida del 30% de su PIB. Y para contestar a los argumentos del vicepresidente, Oriol Junqueras, advirtió: si hubiera independencia, "se irían de Europa digan lo que digan".

El presidente del Círculo, Juan José Brugera, pidió a Rajoy, tal como había hecho al presidente catalán, Carles Puigdemont, que intente buscar una solución con diálogo y negociación política.

El jefe del Ejecutivo estuvo de acuerdo con Brugera en este punto, pero puntualizó que esa vía de arreglo no depende solo de él. "Será un poco del presidente del Gobierno, del Gobierno, de los diputados y de todas aquellas personas que crean en su país. No solo es un tema de los políticos", contestó Rajoy. Y a renglón seguido invitó a otros sectores sociales a implicarse públicamente en el debate sobre las "terribles consecuencias" que tendría este "trauma" si se produjera.

Él, de mano, puede garantizar a todo el mundo, y con "absoluta certeza", que el referéndum unilateral que Puigdemont amenaza con convocar para antes del próximo octubre no se celebrará. Y fue en este punto de su intervención, cuando hablaba de las consecuencias del "trauma", cuando se valió del ejemplo del "Brexit". "Con el 'Brexit' decían que no pasaba nada, y ahora hablamos de los derechos de los ciudadanos o de cuánto dinero tiene que pagar el Reino Unido". Y abundó en esta idea: "A los británicos les dijeron que el 'Brexit' era estupendo y luego algunos han visto que les habían mentido".

Terminó con duras críticas a ley catalana de desconexión, que se quiere aprobar en un día, liquidando, recordó, la Constitución, el Estatut y la soberanía nacional y sacar a Cataluña de la UE. "¿Cómo se pueden poner decisiones tan importantes en manos de unos extremistas como los de la CUP?", se preguntó.