El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, contestó ayer por carta al presidente catalán, Carles Puigdemont, que es imposible negociar un referéndum secesionista que rompe el orden constitucional y que "mal se compadece" su petición de diálogo con la "amenaza" de declarar la independencia. Horas después, en Bruselas, Rajoy fue aún más taxativo, y, aunque no quiso adelantar cómo impedirá que la consulta se celebre, advirtió: "Nadie va a liquidar de manera unilateral la Constitución, la unidad nacional y la soberanía nacional".

"Considero inexcusable volverle a reiterar no sólo la imposibilidad de tomar parte en aquello que propone, sino también la imposibilidad de que su Gobierno plantee tan grave amenaza a la convivencia y al orden constitucional", dice Rajoy en su misiva.

Y menos aún cuando la Generalitat, al tiempo que reclama al Gobierno que acepte el referéndum, prepara "un conjunto de iniciativas legales que suponen la liquidación absoluta" del orden constitucional. "Mal se compadece el diálogo que dice ofrecer con la amenaza de una declaración de independencia para el caso de no ser satisfechas sus pretensiones", opina.

El jefe del Ejecutivo responde así a la misiva que le envió el miércoles Puigdemont diciéndole que había llegado "el momento imprescindible para que los dos gobiernos se puedan sentar en la mesa a dialogar" los términos y las condiciones para celebrar la consulta soberanista.

Rajoy subraya que no está dispuesto a participar en "una negociación a espaldas de los verdaderos cauces democráticos y de la ley" e insiste en su voluntad "plena y sincera" de dialogar y de llegar a acuerdos con la Generalitat, como "con cualquier otro gobierno autonómico".

Pero precisa que esa voluntad de entendimiento tiene como único límite el respeto a la soberanía nacional y al Estado de derecho: "A nadie se le oculta que la propuesta política a la que se me invita consiste en pactar con el gobierno que usted preside la forma de vulnerar el núcleo esencial de la Constitución española". Rajoy reitera su invitación a Puigdemont para que presente su propuesta en el Congreso.

Una invitación que el empresariado catalán, en el marco de la XXXIII Reunión del Círculo de Economía de Sitges, invitó ayer al presidente catalán a aceptar. Pero el mandatario autonómico, que intervino en el foro, insistió en su conocida posición -reclama diálogo, pero con la línea roja de que la consulta debe celebrarse sí o sí- y concluyó que a la vista de la respuesta de Rajoy, "no hay solución", pues no es la que esperaba ni sirve "para resolver el desencuentro". Puigdemont dijo que "insistirá hasta el final" y "la puerta estará abierta hasta el final, para que resolvamos el mecanismo, si realmente la voluntad es votar".

También presente en la reunión, el ministro de Economía, Luis de Guindos, criticó el discurso populista del Govern y advirtió que la independencia tendría un impacto "extremadamente negativo" sobre la sociedad catalana, por lo que el Ejecutivo "no va a dejar que ocurra".

Carles Puigdemont | President de Catalunya

"No hay solución", afirma el líder catalán tras recibir la respuesta del presidente