El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, envió ayer a Mariano Rajoy, una carta en la que le urge a sentarse a dialogar sobre la cuestión catalana. En su carta al jefe del Ejecutivo nacional, Puigdemont señala que su Gobierno tiene "la máxima voluntad de buscar una solución política pactada y acordada que dé respuesta a la demanda de la ciudadanía de Cataluña de poder decidir su futuro".

El presidente de la Generalitat subraya que "el Gobierno español ha reconocido que la cuestión catalana es un asunto de Estado que requiere la máxima atención", por lo que considera que "ha llegado el momento imprescindible para que los dos gobiernos se puedan sentar en la mesa a dialogar".

El escrito es fruto del acuerdo adoptado por el Govern de formalizar por carta su ofrecimiento a Rajoy a abrir negociaciones para la celebración de un referéndum sobre la independencia de Cataluña, que los soberanistas pretenden convocar como muy tarde a principios de otoño. La misiva solicita al Ejecutivo central el "inicio de negociaciones sobre los términos y las condiciones del referéndum" en el que los catalanes "podrán decidir con su voto el futuro político del país".

El Gobierno de Rajoy prepara ya su respuesta, que estará en la línea de la manifestado por el presidente en el pleno del Senado del martes pasado, en el que el jefe del Ejecutivo señaló que si Puigdemont lleva su propuesta al Congreso, él mismo acudirá a debatir con él "con mucho gusto", pero para defender el Estado de Derecho frente a la ley de transitoriedad que prepara el Parlament, que califica de "chantaje" y "disparate".

El escrito, con el que Puigdemont formaliza la invitación al diálogo hecha el lunes pasado en su conferencia en Madrid, se difundió el mismo día en que la primera autoridad catalana se reunía con el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, a quien advirtió del "error" de judicializar el proceso catalán. Maza dejó constancia ante su interlocutor de la "obligación de la Fiscalía de cumplir las funciones que la ley le encomienda". En la hora y media del encuentro no se abordó ninguno de los asuntos ahora judicializados, según puntualizó l Fiscalía.

El grupo parlamentario de Junts pel Sí (JxSí) presentó ayer una enmienda a la propuesta de modificación del reglamento del Parlament para habilitar la segunda quincena de agosto como período hábil de la Cámara, en plenos preparativos del referéndum soberanista. La coalición que integran el PDeCAT y ERC tramitó un paquete de once enmiendas de acompañamiento a la propuesta de reforma del reglamento parlamentario, impulsada por JxSí para permitir una aprobación exprés de las llamadas "leyes de desconexión". En concreto, la enmienda número 6 plantea modificar el artículo 77 del reglamento, que determina los tiempos de actividad de la Cámara, para establecer que el Parlament "se reúne anualmente en dos periodos ordinarios de sesiones, del 15 de agosto al 31 de diciembre y del 15 de enero al 31 de julio".

Este nuevo esquema permitiría, eventualmente, no tener que esperar al 1 de septiembre para tramitar las iniciativas parlamentarias encaminadas a llevar a cabo el referéndum sobre la independencia de Cataluña que el Govern de JxSí se ha comprometido a convocar después del verano.