La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, la gran derrotada en las primarias socialistas de ayer pese a contar con el respaldo de la gran mayoría de los líderes regionales del partido y de los ex secretarios generales de la formación, se comprometió anoche a "arrimar el hombro" y a ponerse a disposición "en todo aquello que el partido necesite".
Díaz -que no citó en su intervención al vencedor, Pedro Sánchez, por su nombre- expresó su disposición a colaborar con el PSOE pero no hizo alusiones expresas a su futura relación con el nuevo dirigente, que vuelve a la secretaría general tras siete meses y medio desde su dimisión.
La presidenta andaluza invocó, como había hecho durante la campaña de las elecciones primarias, un PSOE "autónomo, sólido y coherente", argumentos que hasta ayer había esgrimido para diferenciar su proyecto del que representaba el candidato que finalmente resultó vencedor.
En una comparecencia en la que -al igual que hizo el tercer candidato,Patxi López- no se admitieron preguntas de los periodistas presentes en la sede socialista de la calle madrileña de Ferraz, Díaz aseguró que ella y quienes la apoyaron van a estar, "como siempre, en todo aquello que el PSOE requiera" y expresó su deseo y su voluntad de que el partido vuelva al Gobierno.
Con semblante serio y arropada por un grupo de colaboradores, Díaz, que solo ganó en Andalucía, la región de la que es presidenta (venció en su tierra con el 64% de los votos), aseguró que había felicitado al "secretario general".
Díaz agradeció el apoyo de quienes la votaron y elogió la gran participación de afiliados y el ejercicio de democracia interna del PSOE, que está, con primarias como las de ayer, "en la vanguardia", dijo, de España.
Díaz,López y Sánchez posaron juntos durante unos minutos.Lo hicieron con las manos entrelazadas, pero con pocas muestras de empatía. Díaz abandonó Ferraz en el asiento posterior de un coche antes de que se produjera la declaración de Sánchez.
