Los tres candidatos a la secretaría general del PSOE, que se decidirá hoy en elecciones primarias, protagonizaron ayer sus últimos actos de campaña. La líder de los socialistas andaluces, Susana Díaz, escogió la localidad cacereña de Trujillo, donde pidió el voto "para volver a levantar España". Su principal rival, el líder socialista Pedro Sánchez se dirigió a sus seguidores desde Madrid y sostuvo que percibe en Díaz un "riesgo de involución democrática". El tercero, el expresidente del Congreso Patxi López optó por la localidad guipuzcoana de Orio, donde ETA asesinó en 2002 al concejal socialista Juan Priede, natural de la localidad de Vallemoro, en el concejo de Ponga y luego vecino de Infiesto antes de emigrar al País Vasco.

"Os pido que nos levantemos y saquemos orgullo para que a partir del lunes levantemos el PSOE para levantar España", reclamó la presidenta de Andalucía ante un centenar de militantes. Acompañado por el líder de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, Díaz, llamó a "echar raza, orgullo y autoestima para unir al PSOE. Vamos a unirlo porque somos una familia que libremente hemos elegido para compartir la lucha por la igualdad y contra las injusticias", dijo.

La líder andaluza volvió a buscar el entronque con las figuras históricas del PSOE: "Somos la memoria viva de la Transición española, de Felipe y Guerra, que antepusieron un país a su partido, y luego de Zapatero, una persona muy incómoda para la derecha", proclamó. Díaz no ahorró un nuevo ataque al líder de Podemos, Pablo Iglesias, a quien afeó que promueve "mociones de censura, escraches y manifestaciones a su mayor gloria".

En el madrileño parque de Berlín, Pedro Sánchez dirigió sin ambages sus dardos contra Díaz ante un millar de personas. Para el ex secretario general, muchas de las propuestas de su rival son "todo lo contrario" de lo que "siempre" ha defendido el PSOE.