Euskadi no solo mejora el Cupo vasco, con una cuantiosa rebaja y la devolución de 1.400 millones. El pacto con el PP a cambio de apoyarle para que saque adelante las Cuentas de este año es más amplio. El Gobierno español se compromete a que la Y vasca, la línea de alta velocidad, estará terminada en 2023 y conectada con el AVE galo en 2025, y recibirá una inyección global plurianual de 3.380 millones de euros. "Por primera vez disponen de un compromiso por escrito con las inversiones, obras y fechas de ejecución", aseguró ayer el presidente del PNV, Andoni Ortuzar.

El acuerdo también blinda las plataformas logísticas de Jundiz y Lezo, que recibirán 220 millones, y la supresión de hasta 18 pasos a nivel. "Ahora tenemos una trazado del siglo XIX y con este acuerdo estamos entrando en las vías del siglo XXI", argumentó Ortuzar.

El PNV también logró una rebaja en la tarifa eléctrica, de la que se beneficiarán "decenas empresas vascas y también del resto del Estado", que Ortuzar cuantificó en 50 millones de euros anuales. "Esperamos que este ahorro se traduzca en mayor empleo e inversiones en competitividad", señaló el dirigente nacionalista.

Otro logro del PNV es para la Ertzaintza, para la que "se ha conseguido una conexión con los servicios europeos de seguridad", autonomía a la hora de poder fijar su plantilla y las OPEs correspondientes.

Aún así, el gran avance fue el cupo vasco. El Gobierno central compensará a Euskadi con 1.400 millones de los 1.600 que le reclamaba por discrepancias desde 2007 en concepto de cupo. Los 1.400 millones se compensarán al Gobierno vasco en los próximos cinco años. El cupo para 2017 se ha fijado, entonces, en 956, 540 menos del de 2016. Una rebaja sustancial de más de 500 millones que marcará el criterio sobre este pago de Euskadi al Estado en los próximos cinco años.

Hoy en el Congreso se votan las enmiendas a la totalidad de las Cuentas y el PNV votará en contra, porque ha conseguido firmar "un acuerdo excelente".