Los dos presuntos yihadistas arrestados esta semana en Barcelona vinculados con los atentados de Bruselas de marzo de 2016 hicieron un viaje relámpago a Holanda pocos días antes de los ataques con el primo de los dos terroristas que se inmolaron en el aeropuerto belga.

Mohamed Lamsalak y Youssef Ben Hammou, que el jueves ingresaron en prisión, pasaron ocho días en Bruselas coincidiendo con los atentados y, de hecho, estaban en el aeropuerto de Zaventem cuando ocurrió el ataque.

Según fuentes consultadas por "Efe", durante su estancia en Bruselas (del 16 al 23 de marzo) usaron ocho números de móvil belgas diferentes, que les facilitó el primo de los terroristas, tal como constataron los Mossos d'Esquadra, que analizaron todos sus movimientos en la capital belga a partir de los datos de las señales de los teléfonos facilitados por la justicia de ese país.

Así, los agentes detectaron que cinco de esos días estuvieron con el primo de los suicidas y uno de ellos hicieron un viaje en el día a Holanda.

Los detenidos, que también traficaban con estupefacientes, explicaron al juez que en ese viaje fueron a por droga a Utrecht, pero los investigadores dudan de su versión porque les consta que hicieron unos 600 kilómetros, más que la ida y vuelta desde Bruselas hasta esa ciudad holandesa, y creen que se dirigieran al aeropuerto de Ámsterdam, ya que en documentos incautados al primo aparecen imágenes de este aeródromo.