Podemos presentará una moción de censura en solitario contra Mariano Rajoy ante la "grave situación institucional" y la situación de "emergencia democrática" que provoca la corrupción del PP. Los 67 diputados del grupo parlamentario que lidera Pablo Iglesias son suficientes para llevar adelante una iniciativa que requiere el mínimo apoyo del diez por ciento de la Cámara Baja, es decir 35 representantes. Sin embargo, el rechazo rotundo que la apuesta de Podemos cosechó ayer entre el resto de los grupos de la oposición convertirá de antemano su moción de censura en la tercera que fracasa en la historia reciente de la democracia.

Iglesias recurrió a la puesta en escena de las grandes ocasiones, él en el centro y flanqueado por los máximos responsables de su formación y sus confluencias, para anunciar que por "obligación ética" pondrá en marcha la moción de censura, uno de los mecanismos previstos en la Constitución para el derribo de un gobierno en el Parlamento. Su iniciativa se justifica, según Iglesias, por "un estado de excepción democrático" y un "comportamiento parásito de las instituciones" por parte del PP.

El líder de Podemos contactó con el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, antes de hacer públicas sus intenciones. Para los socialistas, según el portavoz parlamentario Antonio Hernando, Iglesias actúa "con la misma mala fe y falta de rigor" con la que hace un año anunció un gobierno de coalición y terminó votando contra Sánchez.

Iglesias consiguió ayer incluso una insólita unanimidad en los tres candidatos a liderar el PSOE al coincidir todos en el rechazo a la iniciativa de Podemos. Hasta Sánchez, quien sostiene que "el PSOE de la abstención tiene difícil pedir la dimisión a Rajoy", considera que "ahora no existe mayoría alternativa al PP".

Ciudadanos descarta secundar "ningún número de circo". Todos los nacionalistas niegan su apoyo a Podemos, salvo ERC, que respaldaría la moción si no supone un impedimento al referéndum en Cataluña. Para PDeCAT, la apuesta de Podemos carece de "rigor y seriedad". El PNV anticipa que su previsible fracaso puede contribuir a reforzar a Rajoy.

"¿A qué están esperando?, ya están tardando", respondió ayer desafiante el portavoz del PP Rafael Hernando, consciente que no prosperará la iniciativa de Iglesias.

El rechazo general no desalienta a Podemos, cuyos responsables consideran que la moción podría presentarse a mediados de mayo, tras someterse a una consulta interna entre sus inscritos. La formación morada no anticipa quién será el candidato alternativo al actual presidente del Gobierno, requisito imprescindible para tramitar su iniciativa que, por ahora, mantiene abierto como elemento de una posible negociación.

Desde Galicia, el portavoz de En Marea, Luis Villares, asegura que la moción de censura contra Rajoy "es una necesidad democrática" ante la "indignación" y el "hartazgo" de los ciudadanos por la corrupción.

La estrategia parlamentaria de PSOE y Ciudadanos va por derroteros muy distintos a los de Podemos. Ambos grupos ya coincidieron el miércoles en presentar una proposición no de ley en el Congreso para reprobar y propiciar la destitución del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, y del de Anticorrupción, Manuel Moix. Ahora intentan agilizar la constitución de la comisión parlamentaria que se encargará de investigar la financiación del PP, con el objetivo de que Rajoy comparezca en ella lo antes posible. Dicha comisión era uno de los compromiso de los populares con C's que el PP se resistió a cumplir.