El Gobierno catalán en pleno asumió ayer la responsabilidad "organizar, convocar y celebrar un referéndum". Así figura en el manifiesto que uno a uno firmaron ayer en el Palau de la Generalitat los miembros del Govern, desde su presidente, Carles Puigdemont, hasta el nivel de directores generales. En total son 190 los firmantes de un texto sin validez jurídica aunque con fuerte carga política, con el que pretenden despejar dudas sobre su unidad y determinación a cumplir su compromiso de organizar un referéndum sobre la independencia. El manifiesto, titulado "Compromiso del gobierno de Cataluña con el referéndum", subraya que "todos y cada uno" de los miembros del Govern se hacen "responsables de esta tarea" y se comprometen a "llevarla a cabo y aplicar los resultados" que salgan de las urnas.

El presidente catalán desatacó que el proceso soberanista no se hace "a dos o cuatro manos, sino con muchas", y que el Govern solo es "el vehículo" para convocar a la ciudadanía a las urnas, donde resuelven los conflictos las "democracias avanzadas y sanas".

Por su parte, Junqueras justificó el "compromiso" de todo el ejecutivo con el referéndum como expresión del "amor por la libertad" que tienen los catalanes.

El documento subraya que el ejecutivo es "la consecuencia, y no la causa", de la voluntad "mayoritaria" de la ciudadanía de Cataluña y se sustenta sobre esta "legitimidad" para organizar el referéndum, pese a la oposición frontal del Gobierno central.

El escrito sitúa a Cataluña en una "encrucijada histórica" en la que "las Cortes y el Gobierno de España rechazan de forma reiterada" la posibilidad de un referéndum y "la única respuesta" que ofrecen es por la "vía judicial".