Los "mediadores" que deberán facilitar hoy la entrega de las armas de la banda terrorista ETA en a las autoridades francesas en Bayona ultimaban ayer los detalles de una operación que se desarrolla en el mayor hermetismo, marcado por la posibilidad de que se puedan practicar detenciones.

Uno de los autodenominados "artesanos de la paz", el presidente de honor de la Liga francesa de Derechos Humanos (LDH), Michel Tubiana, explicó a Efe que los intermediarios "confían" en que el Gobierno francés "sea cooperante" y no se produzcan arrestos que a su juicio ensombrecerían el desarme.

Sin ofrecer detalles sobre cómo se llevará a cabo el proceso, insistió en que "lo importante es el hecho de que conducirá a que las autoridades asuman la responsabilidad" del arsenal de la banda.

Según el diario francés "Le Monde", decenas de activistas se personarán en los lugares donde debe producirse la entrega a las autoridades francesas del armamento etarra. Esos militantes de la sociedad civil han tenido ya "acceso a los zulos para sacar las armas de los lugares en que se encontraban, a veces escondidas en casas de particulares o en la naturaleza", explicó el vespertino, que subrayó que las "drásticas medidas de seguridad buscan evitar toda filtración y todo riesgo de detención".

En la noche del jueves al viernes, ETA emitió un comunicado en el que se declaró como "organización desarmada", ya que "las armas y explosivos que tenía bajo su control se encuentran en manos de la sociedad civil".

De acuerdo con "Le Monde", la acción implicará desprenderse de "cientos de ametralladoras, fusiles de asalto, armas cortas, cientos de kilos de explosivos y de detonadores".

El arsenal sería así "ocho veces más grande" que el localizado el pasado 16 de diciembre en la localidad vascofrancesa de Louhossoa, cuando cinco activistas de la sociedad civil fueron detenidos junto a una decena de cajas en las que se estima que ETA guardaba el 15% de su armamento.

En España, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco abrió ayer diligencias en relación con la petición de la Fiscalía de cursar una comisión rogatoria a Francia para recabar información sobre el arsenal. Las fuerzas de seguridad tienen pocas esperanzas de que las armas sirvan para aclarar los 224 atentados de la banda sin resolver, ya que estarán limpias de pruebas y muchas ni siquiera se habrán facilitado a los mediadores.